Lo que tienes que saber para ahorrar al reformar una vivienda

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Albañil reformas en casa

La mejor forma de ahorrar al reformar una vivienda es entender los principales elementos de un presupuesto para reformar vivienda, elegir bien con quién se hace y conocer bien cuáles son tus derechos como consumidor en esa reforma. No hay otra. En este post vamos a dar unos consejos en estos tres ejes de acción.

El momento de hacer una reforma

Hay muchas excusas para hacer una reforma de vivienda. La más común es por la compra de una vivienda nueva a reformar totalmente (lo que se conoce como reformas integrales). Pero también se pueden hacer reformas menores viviendo dentro mientras dura la obra.

Supongamos que con motivo de una fuga de agua en tu plato de ducha has causado humedades en el techo del baño del vecino de abajo. Llamas a tu seguro de hogar, viene el perito, se sube encima del plato y te dice que el seguro no se hace cargo. 

Le preguntas angustiada por qué y te responde que el plato de ducha está suelto y al ser deformable y no de gres o de un material rígido, provoca la filtración aguas abajo.

Te encoges de hombros resignada, te fijas en las paredes de tu baño, de cerámica con más de 40 años y te dices a tí misma. Es el momento de hacer la reforma integral del baño.

Manos a la obra.

Cómo elegir una empresa de reformas

El primer paso antes de elegir empresa de reformas es entender los tipos de tareas y de profesionales que tu cambio de look en el baño requerirá. Esto nos ayudará a buscar a uno o varios profesionales y a pedir al menos 3 presupuestos de obra.

En toda reforma como la de nuestro ejemplo hay estas tareas que hacer. Algunas son administrativas, y las más, manuales, a realizar por profesionales de distinta cualificación:

  • Informar a tu comunidad de propietarios y avisar al conserje de la finca de que, durante X días, habrá obreros entrando y saliendo. Y de paso avisar de que usarán el montacargas y habrá que cuidar un poco más la limpieza de las zonas comunes afectadas.

  • Pedir a tu ayuntamiento la licencia de obras (menor o mayor en función del alcance). Este trámite lo podrá hacer el encargado de la obra o tú misma.

    Normalmente, el cambio de un baño sería una obra menor, pero ojo, porque cada ayuntamiento tiene sus ordenanzas al respecto.

    Esto requiere desembolsar el coste de la licencia, pero da tranquilidad: si algún vecino se queja de ruidos a las 8 de la mañana entre semana se le enseña el documento sellado del ayuntamiento y nada más.

    Además, si se personara la Policía Municipal ante la denuncia de un vecino el sábado a las 9 de la mañana, el obrero podría mostrar dicha licencia.

  • Romper el techo de pladur y retirar, si los hubiere, viejos elementos como termos eléctricos y soportes. Valorar si el nuevo techo tendrá una altura superior o no.
  • Romper cerámica de paredes y suelo y retirar todos los elementos viejos del baño a reformar (bidé, wc, plato de ducha, mamparas, etc.). Esta tarea puede llevar un par de días de albañilería, en función del tamaño del cuarto de baño.

  • Retirar el escombro y llevarlo a un vertedero controlado. Esto, que parece una tontería, es una obligación nuestra asegurarnos de que se lleva a cabo. Si no fuera así, se nos podría considerar parte colaboradora de un delito contra el medio ambiente.

  • Sustituir tuberías viejas de cobre por nuevos materiales más duraderos y flexibles, dejando la preinstalación preparada para el albañil.

  • Alisar paredes y suelos con una nueva masa de cemento y asegurarse de que todo está nivelado.

  • Vestir las paredes con la nueva cerámica, presentar el nuevo plato de ducha y solar con el nuevo suelo que elijamos nosotros o que nos proponga el responsable de la obra.

  • Techar con pladur y pintar el techo cuando esté seco, dejando preparados los huecos y tomas eléctricas para enchufes, puntos de luz, apliques led, etc.

  • Aplicar la «lechada» en las paredes para que penetre entre el azulejo evitando filtraciones.
     
  • Presentar el resto de elementos como el inodoro, el lavabo, mamparas de baño, etc.

  • Instalar la grifería del lavabo y ducha y comprobar que la fontanería de todos los elementos no tenga fugas de agua. 

Elegir la mejor empresa

Ahora que ya tienes una idea de las tareas que se tienen que realizar tendrás elementos suficientes como para elegir al mejor profesional o empresa para realizar la obra.

Elijas a uno o a otra, lo importante es que entiendas que, al menos, se requerirá la presencia de estos profesionales en la reforma de tu baño:

  • Albañil
  • Fontanero
  • Electricista
  • Pintor

Una vez con esto claro, pide tres presupuestos. Ten en cuenta que en el presupuesto habrá dos tipos de desembolsos:

  • Uno, el relativo a la mano de obra, que será comparable en todos los casos.

  • Y otro relativo a los materiales y aquí es mejor o bien investigar en tiendas de materiales de baño y cerámica por tu cuenta para tener una idea del coste por m2, o bien confiar en el responsable de la obra, para que te presente muestras de materiales cerámicos con sus precios.

Pide 3 presupuestos detallados según el esquema del bloque anterior y elige al profesional o empresa que te dé más confianza.

No olvides, que un fontanero no debería hacer de electricista, o que un albañil tampoco de fontanero. No hay superhombres, son tareas distintas y requieren gente cualificada. 

Los presupuestos deberían identificar a la persona (física o jurídica) responsable de la obra, las entregas a cuenta que se irán haciendo y las fechas en que se harán las entregas parciales y definitiva de la obra. Si no te dan fechas, no contrates. Ni mucho menos adelantes dinero.

Finalmente, elige la empresa que te dé mas confianza, aunque eso suponga un desembolso algo mayor que otra más barata pero que no se moje mucho con desgloses de tareas, precios o fechas. O que te exija desembolsar casi todo sin comprometerse a entregar nada cerrado.

Conoce tus derechos

El tercer elemento que debes manejar al reformar una vivienda son tus derechos. Aquí básicamente se trata de saber que la mejor herramienta para evitarse problemas es el presupuesto detallado, por escrito de la obra a realizar.

Si el presupuesto está escrito, identifica bien las tareas de forma desglosada, y su coste, separando la mano de obra de los materiales e incluyendo plazos y pagos, puedes estar tranquila.

Otro documento importante es la factura completa de la obra realizada, con impuestos incluidos. Estos últimos es cierto que suben el importe total a desembolsar y que la ley exige pagarlos. Pero es que, el buen consumidor (la buena consumidora en este caso), se quedará tranquilo con la factura en mano.

En cuanto a la garantía de la reforma no existe una normativa específica que la regule. En general serán de aplicación los preceptos del Código civil, las normativas de edificación y los regímenes de garantía asimilables.

Como poco, la empresa o profesional deberían responder durante un mínimo de un año por filtraciones de agua, caídas de techos, azulejos, suelos mal nivelados, etc.

Si la reforma fuera integral y hubiera afectación a estructuras de la vivienda, aquí la garantía subiría a 10 años para dichos elementos.  

En definitiva, como habrás podido leer, una obra de reforma que siga estos pasos (conocer tareas, comparar presupuestos y aplicar tus derechos como consumidora) debería salir bien.

Eva María Martín

Licenciada en Derecho y Postgrado en traducción. Soy una profesional por cuenta propia que se dedica a la traducción de documentación y al mantenimiento de sitios web, en particular mantengo el sitio www.consumoteca.com. Colaboro con Consumoteca porque creo en este proyecto y creo que hacía falta ordenar la información de ayuda a la compra y presentarla de una forma amigable, en una web bien diseñada. Animando a la gente a que se exprese se está dando un gran paso adelante en la emancipación de los consumidores españoles.

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