Abrir una cerradura de una puerta solo con el resbalón es cuestión de segundos. Y si está echada la llave, de minutos. En su psicología, el ladrón siempre preferirá ir a por objetivos fáciles, sobre otras puertas que se le puedan resistir. Por eso, las cerraduras invisibles son un gran aliado en la protección de tus cosas. En este post te explicamos cómo funciona la cerradura invisible, sus muchas ventajas e inconvenientes, que son bien pocos.
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Cualquier precuación es poca
La puerta principal de acceso a la vivienda puede ser violada en cuestión de minutos. Si echas un vistazo a You Tube, verás decenas de vídeos con los métodos a los que recurren los cacos para abrir tu cerradura en un santiamén.
Entre estas técnicas tenemos:
- El método de la rotura del cilindro (cerraduras con cilindros simples sin protección antirotura). En tan solo 3 segundos y sin ruido, los cacos pueden abrir tu puerta principal. Para ello, se bastan con una llave inglesa o unos alicates para arrancar el cilíndro de su emplazamiento hasta partirlo.
- El método del taladro (cerraduras sin protección anti-taladro). Con algo más de ruido, pero en muy breve espacio de tiempo, se introduce la broca por el bombín de la cerradura hasta romper los pitones interiores. Una vez rotos tan solo se necesita un destornillador para abrir la puerta de tu casa.
- El método del bumping: se recurre a una especie de «llave maestra» de mayor longitud que el bombín que se introduce en la cerradura (sin protección anti-bumping). Una vez dentro se le aplica un golpe seco a la llave consiguiendo que los pistones de la cerradura cedan, pero sin romperse. Al ceder dejan libre el giro de la llave para abrir la puerta sin daños aparentes en la cerradura (ojo porque esto tiene implicaciones con tu seguro de vivienda).
- El ganzuado de tu cerradura: el recurso clásico que todos hemos visto en las películas son las ganzúas. De diverso tamaño y formas, el ladrón es capaz de manipular un par de ganzúas para, en unos segundos, liberar la cerradura.
Como has podido ver, cuando se trata de proteger tu vivienda cualquier precaución es poca. Pero no estamos indefensos porque hay formas de ponérselo un poco más difícil. Y en su psicología, el ladrón busca siempre dar golpes rápidos y discretos.
Psicología del ladrón
A la hora de elegir una vivienda para dar su siguiente golpe, los ladrones buscan viviendas aisladas, con poco tránsito, que no tengan medidas aparentes de seguridad como perros guardianes, sistemas de videovigilancia etc.
En un bloque de apartamentos, entre dos viviendas similares, siempre priorizarán la puerta de aspecto más endeble. Esto quiere decir que si una puerta tiene una sola cerradura vieja y la de al lado muestra tres cerraduras, optarán a priori por la primera.
Y puestos a «trabajar», si una puerta se les resiste más de lo habitual y tienen más alternativas, es posible que abandonen su empeño y pasen a un siguiente objetivo.
De ahí que las cerraduras invisibles sean un interesante (y cómodo) sistema de protección de tu vivienda. Aunque sólo sea porque el ladrón no es capaz de anticiparse a este obstáculo adicional. Y recuerda que, lo que busca es rapidez y discreción (sin hacer ruido).
Qué es una cerradura invisible
Una cerradura invisible es un dispositivo de seguridad sin llaves que se opera mediante un mando a distancia. Alimentada con pilas, la cerradura se sitúa en la parte interior de la puerta y una pieza robusta en la que entran los salientes de la misma.
El dispositivo se acciona mediante un mando a distancia. A golpe de mando, los salientes penetran en la pieza recibidora en el marco de la puerta impidiendo la entrada a la vivienda incluso aunque se hayan forzado las cerraduras convencionales.
Partes de la cerradura
La cerradura tiene los siguientes elementos:
- La caja cerradura: se trata de una caja robusta de unos 14 cm de largo por 8 cm de alto y 5 cm de fondo en su parte más gruesa.
- El soporte de la caja cerradura: viene con una cinta adhesiva en caso de situar la cerradura en una puerta de cristal.
- El compartimento para las pilas está dentro de la caja y es accesible mediante una tapa corredera de plástico. Al abrir la tapa se accede fácilmente a las pilas para su sustitución.
- El extremo de acero que recibe los pilares de la cerradura para mantener la puerta cerrada.
- Cuatro mandos a distancia por radiofrecuencia. Se pueden sincronizar todos con la cerradura.
Ventajas e inconvenientes
Son muchas más las ventajas de este tipo de dispositivos de seguridad que sus inconvenientes, como veremos a continuación.
Ventajas
Las principales ventajas de este tipo de cerraduras son:
- Su invisibilidad desde el exterior. Al no poder verse por fuera ni un bombín ni cables ni nada, ofrecerá un nivel superior de resistencia al intruso que cualquier puerta con cerraduras convencionales. Una vez que el «caco» viole la cerradura convencional notará que la puerta no cede, dará un empujón y sabrá que hay un obstáculo adicional inesperado. Aquí o bien abandona o bien tendrá que recurrir a un mazo, y por tanto, hacer mucho ruido, para lograr abrir la puerta.
- La puede poner donde quieras, en posición horizontal, o vertical en el marco superior de la puerta.
- Su comodidad: al disponer de un mando a distancia (o poder gestionarse mediante una App), puedes abrirlas y cerrarlas desde tu llavero o móvil sin necesidad de introducir ninguna llave en un bombín. Con el uso te acostumbras a usar el mando cada vez que entres o salgas de tu casa quedando alguien dentro. Darle a un botón mientras sales o llegas, sin tener que introducir una llave es comodísimo.
- Disponen de un modo de apertura manual desde el interior sin necesidad de mando. Una vez en posición cerrada, sale hacia abajo un cilindro de acero que se puede empujar hacia arriba sin esfuerzo para desbloquer la cerradura.
- Son bastante robustas, fabricadas de acero y resisten bien la presión desde el exterior. Es decir, que la puerta no se abrirá y habría que recurrir a un mazo para «tirar» la puerta.
- Si las pilas se gastan no te dejan encerrado. Las cerraduras suelen tener un testigo luminoso rojo y otro acústico, cuando las pilas se están agotando y no podrán abrir o cerrar más hasta su sustitución.
Inconvenientes
Este tipo de cerraduras tienen tres inconvenientes que podamos pensar, algunos menores:
- Su precio no es barato. Oscila entre los 100 y los 250 euros. Pero recuerda que en ello va tu seguridad. ¿Cuánto valen tus bienes y enseres en caso de que el ladrón acceda a tu vivienda?
- Funcionan con un par de pilas AA o por batería recargable por puerto USB, por lo que habrá que sustituirlas o recargarlas periódicamente. En concreto, cuando la tensión de las pilas baja a 2,3v emite un pitido y cuando baja de 2,2v la cerradura se abre sola, no pudiendo cerrarse hasta que se cambien las pilas. Según nuestra experiencia, con un uso normal diario de abrir y cerrar 4 veces, las pilas vienen durando unos 8 meses.
- La cerradura viene con 4 mandos a distancia por lo que si hay algún miembro adicional en la familia, habrá que pedirlo al distribuidor. Y los mandos funcionan con una pila tipo botón.
La seguridad muchas veces es disuasión
Lo estamos viendo estos días en la televisión: el gasto en defensa de una nación se emplea más para disuadir al potencial enemigo de un ataque, que para hacer la guerra en sí.
De la misma manera, las cerraduras invisibles son elementos que, a fuerza de ofrecer una resistencia inesperada al ladrón que ha podido forzar una cerradura, le disuaden de seguir intentando penetrar donde no es bien recibido. Por mucho que empuje, no logrará acceder a tu hogar.