Las grandes ciudades tienen un gran problema: los altísimos precios de la vivienda y de cada metro cuadrado hacen muy difícil a las personas formar una familia. Con la llegada de nuevos miembros a casa o con una simple reforma que nos deje fuera de juego media casa, surge el problema de qué hacer con nuestras cosas, aunque sea solo de forma temporal.
Ante la imposibilidad de cambiar de vivienda, surge la necesidad de encontrar espacio libre para descongestionar. Si no disponemos en casa de un trastero, es necesario tomar medidas drásticas: o vender todo lo que no necesitamos en estos momentos (aunque hace solo unos meses fuera super necesario) y tirar de Wallapop, Vibbo y compañía, o llevar los trastos que ahora no usamos a otro lugar.
Y surge la solución mágica: ¿por qué no el alquiler de guardamuebles o trasteros?
En este post te analizamos las diferentes opciones para ganarle metros a tus cosas y seguir teniéndolas a mano para cuando las necesites, si optas por no deshacerte de ellas. En otra entrega veremos precios y letra pequeña.
Tabla de contenidos
El negocio del alquiler de trasteros
Un guardamuebles o alquiler de trasteros es un negocio que consiste en dedicar grandes superficies de almacenamiento que por su emplazamiento no tienen buena salida para el alquiler a industrias u oficinas (o que lo harían pero a precios muy bajos) a compartimentarlo en pequeñas unidades en alquiler.
La suma de lo obtenido por todas esas pequeñas unidades, si se logran alquilar, será mucho mayor que la renta que pagaría un inquilino único en la zona donde se encuentra el inmueble.
Si se me permite el paralelismo, se trata de un negocio muy similar al del subarriendo «por habitaciones» a estudiantes en el contrato de alquiler de vivienda.
El propietario puede alquilar la vivienda a un matrimonio por 600 euros al mes, o alquilar sus tres dormitorios a tres estudiantes que pagarán 300 euros cada uno. La suma de las partes (900 euros), será entonces mayor que el alquiler del todo suelto (600 euros).
El contrato de depósito
Detrás de un negocio de alquiler de guardamuebles o trasteros se encuentra la figura del contrato de depósito (no confundirlo con el contrato de depósito civil regulado por el Código Civil).
El depósito que aquí nos importa lo regula el Código Mercantil en los artículos 303 y siguientes (fíjate que data de 1885).
Se trata de un contrato en virtud del cual una parte, el depositante (tú, consumidor), confías y entregas a la otra parte (depositario), un bien mueble (tu bici, tus libros, tu ropa, tus electrodomésticos, tus herramientas de autónomo), quien, a cambio de un precio, se obliga a guardarlo y a restituirlo en perfecto estado cuando se lo reclames de vuelta al finalizar el plazo de depósito acordado.
Consejos para elegir el mejor guardamuebles
A la hora de elegir el mejor servicio de guardamuebles, sigue estos consejos:
Compara distintas modalidades de alquiler
Y busca la que sea más flexible para ti y tu necesidad: el espacio adecuado, por el tiempo adecuado, con el precio adecuado, seguridad suficiente y servicios anejos.
Piensa que al final, se llame guardamuebles, guardarropas, trastero, trastero móvil, taquilla, almacén o selfstorage, todo es lo mismo: espacio en alquiler.
Valora los portes y la accesibilidad del local
Dos servicios complementarios que deberías tener con estas empresas son el porte desde casa al almacén (¿te pueden ayudar o incluir los portes en el precio?).
Y una vez allí, la accesibilidad (¿se puede aparcar cerca del acceso al almacén? ¿Se pueden mover con carritos o carretillas tus bultos desde la furgoneta en el parking hasta su emplazamiento final en el trastero que se te asigne?). Si padeces de espalda como el que escribe, será de agradecer.
¿Tienen cajas de cartón?
Otro servicio adicional que apreciarás, por obvio que pueda parecer, serán las cajas de cartón.
A pesar de que en casa las tiramos nada más desembalar una nueva compra, cuando las necesitas de verdad para hacer una mudanza o mover tus cosas a un trastero o guardamuebles, apreciarás mucho que tu empresa de guardamuebles te las ofrezca (todas te las ofrecen, de distintos tamaños y para distintas cosas, pero pagando, claro).
Cercanía a casa
Elige un almacén que esté cerca de casa si vas a necesitar ir y venir a por cosas con frecuencia (por ejemplo, expedientes de clientes un abogado, herramientas y repuestos un fontanero o una bicicleta el deportista de fin de semana).
Cuanto más céntrico, más caro tenderá a ser, por costar más el metro cuadrado en alquiler en el centro de las ciudades que en las afueras.
El tamaño importa
Las mejores empresas de espacios y trasteros para guardar tus muebles, te ofrecerán huecos de distintos tamaños.
Por ejemplo Bluespace recomienda un trastero de 8,5 a 20 metros para guardar el contenido de un piso de 100 m2. Cuanto más se acerquen los espacios que te ofrecen a los metros que necesitas, mejor. No pagarás por una capacidad ociosa.
Elige el espacio adecuado
Otro consejo es elegir el espacio adecuado para tu necesidad sin olvidar el ancho y alto no sólo del trastero sino de los accesos. No serías el primero que alquila pero luego no es capaz de meter en el trastero un frigorífico grande, por ejemplo.
En Internet puedes encontrar espacios más pequeños como taquillas, consignas o boxes de un metro cúbico aproximadamente o trasteros de varios metros de altura con amplias puertas de 1 o 2 metros de ancho, según el tamaño del módulo.
Otras empresas te ofrecen comprar o alquilar estanterías modulares para optimizar el espacio disponible y que puedas apilar cosas.
Acceso 24h
Hablando de accesibilidad, pregunta cómo de accesibles tendrás tus pertenencias una vez depositadas. El acceso a tus cosas, ¿podrá ser todos los días del año? ¿Las 24 horas? Ojo con estas cosas que te pueden hacer la vida más cómoda (o a la inversa).
Tiempo mínimo obligatorio del contrato
Mira a ver cuánto tiempo realmente necesitarás alquilar el servicio de guardamuebles o trastero y contrata una modalidad que te permita rescindir el servicio sin ataduras ni períodos mínimos de permanencia, ni penalizaciones.
Seguridad del centro
Pregunta a la empresa por sus medidas de seguridad.
Hazle preguntas como estas: ¿qué sistemas de detección y extinción de incendios tienen? ¿El acceso a las instalaciones y a los trasteros está vigilado por personas, por cámaras, con un PIN personal de cada cual? ¿Hay cámaras de vigilancia una vez dentro?
No vaya a ser que el «enemigo» pueda ser un vecino de trastero…
Haz un inventario de tus cosas
Es muy importante hacer un inventario de las cosas a almacenar y declarar el contenido y el valor más realista posible de lo que alojarás, a la empresa.
Este inventario y su valoración serán útiles para entender qué pasa si hay un robo en las instalaciones y tienes la mala suerte de que se lleven tus cosas.
Pregunta qué cubre el seguro, y si el precio lo incluye o se tiene que pagar aparte. ¿Cuánto como máximo te cubriría este seguro en caso de robo o destrucción de tus cosas, por ejemplo por un incendio?
Declaración de valor
Si vas a guardar muebles de valor (antigüedades, cosas caras o de mucho valor), pregunta si se puede declarar el valor de esas cosas haciéndoles un seguro que cubra su pérdida, robo o destrucción durante su estancia.
Esto es importante porque si no lo declaras puede que la indemnización que consigas en caso de siniestro no cubra ni por asomo el valor de tus pertenencias.
Analiza las ofertas de las empresas que ofrecen estos servicios
Casi todas te ofrecen como señuelo un «prueba ahora y disfruta de 4 semanas gratis«.
Aunque la oferta sea tentadora y te ayude a decantarte por una empresa sobre otra, ten en cuenta que esa oferta puede tener letra pequeña en forma de permanencia mínima.
Así, por ejemplo, Bluespace te ofrece las «3 primeras cuotas» con descuento del 50% pero no hay forma de saber con qué condiciones a menos que pidas un presupuesto.
Profesionalidad y seriedad
Finalmente, elige una empresa que te dé garantías de profesionalidad y seriedad.
Cuanto mayor de tamaño e instalaciones mejor, aunque hay agrupaciones de espacios individuales que se comercializan bajo la misma marca comercial, pero ten en cuenta que estarán formados por distintos propietarios independientes los unos de otros que se asocian para poder anunciarse conjuntamente y comprar suministros organizadamente (centrales de compra).
Falta transparencia
Este sector del «selfstorage«, a simple vista tras un análisis de su presencia en Internet de las principales compañías, está algo falto de transparencia.
Es imposible conocer las condiciones generales de contratación que ofrecen, ya que ninguna las publicita.
Tampoco se informa correctamente de las promociones de varios meses en oferta (¿a cambio de qué?).
Por último, ninguna de ellas declara estar adherida al arbitraje de consumo, que a nuestro juicio sería un gran punto a su favor y suficiente como para decantarse por unas u otras empresas.
En otra entrada analizaremos los precios del alquiler de guardamuebles y trasteros y las condiciones de contratación, que, como decimos, no se encuentran publicadas en ninguna de las páginas web que hemos analizado en este post. Que lo elijas bien.