Hoy día nadie pone en duda que el cambio climático se ha convertido en la amenaza más grave a la que se enfrenta la humanidad y, que por ello, es necesario actuar de forma urgente para limitar los riesgos relacionados con el clima, como las emisiones de dióxido de carbono que producen las empresas, más conocidas como la huella de carbono.
Dado que las empresas son responsables de la gran mayoría de las emisiones de CO2 (se estima que sólo 100 empresas producen más del 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero), las empresas tienen la responsabilidad principal de tomar medidas para limitar y abordar sus impactos sobre el clima.
A medida que el impacto del cambio climático se hace sentir cada vez más, la parte medioambiental de la Responsabilidad Empresarial adquiere cada vez más importancia. Cada día que pasa está más claro que ya no basta con reducir las emisiones de carbono, es necesario que se tomen medidas de emergencia que vayan mucho más allá.
Pero, ¿qué medidas se espera realmente que tomen las empresas? Si quieres conocer qué empresas españolas e iberoamericanas ya se han puesto manos a las obras y muestran su compromiso con el medio ambiente, puedes visitar Corresponsables.com.
En el artículo de hoy planteamos 10 formas en que las compañías pueden responsabilizarse para ser más sostenibles y reducir su huella de carbono.
Tabla de contenidos
10 Maneras de que las empresas asuman su responsabilidad frente al cambio climático
Calcular las emisiones de gases de efecto invernadero
Lo primero que necesita hacer una empresa que desee actuar frente al cambio climático es medir y analizar las emisiones de gases que provocan el efecto invernadero de sus actividades.
Cuando se pretende reducir la huella de carbono de una forma eficiente resulta imprescindible hacer este tipo de análisis para poder plantear posibles soluciones.
Reducir el consumo de energía
Apagar las lámparas del lugar de trabajo o las luces de las habitaciones que no se estén usando. No poner la calefacción o el aire acondicionado muy altos o desenchufar los aparatos eléctricos de las tomas cuando no se estén utilizando son acciones sencillas que toda empresa puede llevar a cabo.
Gracias a este tipo de acciones podrán reducir su consumo de energía, lo que repercutirá de forma beneficiosa en el medio ambiente.
Emplear energías renovables
Hoy en día, cada vez más particulares optan por las energías renovables, y ésta es también una solución interesante que las empresas pueden tener en cuenta.
Con el uso de estas energías limpias se puede evitar depender de los combustibles fósiles, lo que se traduce en una reducción significativa de las emisiones de gases nocivos.
Reducir residuos y luchar contra la obsolescencia
Otra forma de reducir la huella de carbono de una empresa es reducir la cantidad de residuos y basuras generados, como vasos de plástico o documentos en papel.
También es importante utilizar adecuadamente los equipos y aparatos para evitar que se deterioren más rápidamente y reparar los aparatos cuando se averíen en lugar de sustituirlos por otros nuevos.
Optimizar el transporte de los empleados
Como sabemos, el transporte es uno de los mayores sectores de emisiones de gases de efecto invernadero.
Animando a los empleados a coger el transporte público con descuentos, a compartir el coche con otros compañeros que vivan cerca o poner un autobús de ruta a su disposición, las empresas pueden reducir significativamente sus emisiones indirectas de CO2.
Elegir infraestructuras y equipos más ecológicos
También es posible elegir infraestructuras y equipos más respetuosos con el medio ambiente.
De este modo, las empresas pueden crear una flota de vehículos híbridos o incluso eléctricos o, cuando llegue el momento de comprar nuevo elementos para la oficina, si los antiguos no se pueden arreglar o se necesitan más, elegir los más energéticamente eficientes y sostenibles (en cuanto al origen o las normas éticas de la mano de obra).
Escoger proveedores sostenibles
Cada empresa tiene también una responsabilidad respecto a los socios que elige. Elegir un proveedor también es una elección respetuosa con el medio ambiente (o no, según el proveedor).
Por tanto, las empresas deben esforzarse por elegir proveedores que demuestren tener buenas prácticas medioambientales.
Sensibilizar a empleados, clientes y otras partes interesadas
Como agente económico, las empresas también desempeñan un papel en la sensibilización de sus empleados, consumidores, medios de comunicación y otras partes interesadas.
Organizar reuniones internos o campañas para sensibilizar y mejorar la concienciación sobre cuestiones de sostenibilidad es una gran idea.
Promover formas de trabajar respetuosas con el medio ambiente
Algunas formas de trabajar son más ecológicas que otras: el teletrabajo, por ejemplo, tiene muchas ventajas ecológicas en cuanto a desplazamientos y la utilización de recursos en el lugar de trabajo.
También se pueden considerar las videoconferencias, que evitan a los empleados desplazarse en coche para las reuniones con los clientes.
Tomar un papel activo ante el reto del cambio climático
Por último, el papel de las empresas también es político. Tanto a nivel regional como nacional, las empresas que quieran luchar contra el cambio climático deben ser activas.
Presionando a los políticos y a los actores públicos para que actúen frente al calentamiento global, pueden tener una enorme influencia.
Cuando una empresa pone en acción estas medidas, se muestra activa y responsable con el medio ambiente, esto puede dar lugar a nuevas normativas medioambientales que pueden tener un impacto significativo en el calentamiento global.