Las radiaciones solares a las que estamos expuestos proceden directamente del sol y las podemos recibir de varias formas:
- emitidas directamente del sol a la tierra.
- por difusión en la atmósfera.
- por reflexión, como ocurre en la nieve o en el agua.
Tabla de contenidos
Factores a tener en cuenta
Los factores a tener en cuenta a la hora de valorar los daños que nos pueden causar estas radiaciones son dos: su intensidad, y en segundo lugar, el tiempo que estemos expuestos al sol.
El espectro electromagnético comprende una gran cantidad de radiaciones pero sólo una pequeña parte tendrá efecto sobre el ojo.
Sin embargo, las radiaciones que afectan al ojo son:
- rayos infrarrojos
- rayos visibles
- rayos ultravioletas
Los rayos infrarrojos
Los rayos infrarrojos comprenden la parte del espectro que va desde 700 a 100.000 nm. Los podemos clasificar en:
- Onda corta (de 700 a 1400 nm): afectan a zonas internas del ojo como el cristalino y la retina.
Sólo si se produce una exposición de forma continuada o una dosis elevada pueden producir algún tipo de patología como cataratas o quemaduras en la retina.
- Onda larga (superior a 1400 nm): no suelen causar grandes daños en el ojo, y afectan a zonas más externas del ojo como el líquido lacrimal, la conjuntiva y la córnea.
Los rayos visibles
Los rayos visibles comprenden la parte del espectro que va desde los 400 a 700 nm. No producen alteraciones sobre el ojo, excepto en el caso de que se haga incidir directamente sobre el ojo una luz muy fuerte (como ocurre al mirar a un eclipse).
Los rayos ultravioleta
Los rayos ultravioleta comprenden la parte del espectro hasta 400 nm y son los que más daños pueden causar en el ojo. Los podemos clasificar en:
- Rayos ultravioleta de onda larga UV- A (entre los 400 y 315 nm): esta radiación se absorbe sobre todo por el cristalino, pero no se ha demostrado que tenga un relación directa con la aparición de cataratas.
- Rayos ultravioleta de onda media UV-B (entre los 318 y 280 nm): esta radiación se absorbe por la conjuntiva y por la córnea y C puede producir tras una larga exposición queratoconjuntivitis.
- Rayos ultravioleta de onda corta: esta radiación es absorbida por la capa de ozono de la atmosfera, por lo que no llega a nosotros, lo cual es muy importante pues es la que mayor daño puede causar en nuestros ojos. Si la capa de ozono disminuyese, las radiaciones de onda corta llegarían a nosotros, pudiendo alteraciones en nuestros ojos como queratitis y cataratas.
Conclusiones
Las gafas de sol que utilizamos para protegernos del sol y sus radiaciones solares deben cumplir unos requisitos mínimos para que nos protejan de forma correcta.
Estos requisitos mínimos son aplicables a ojos sanos pues los ojos con alguna patología necesitarían una protección diferente.
Como ya hemos hablado, los rayos ultravioleta son los mas perjudiciales para nuestros ojos , por lo que unas lentes de sol, los deben absorber totalmente. También deben reducir la luz visible hasta un nivel confortable.
La absorción de los rayos ultravioletas por las lentes solares se debe a unos cromoforos invisibles, que se incorporan en el material de la lente, con lo que el color de la misma, no nos asegura nada sobre su protección.
Es por ello que unas lentes muy oscuras que no absorban adecuadamente los rayos ultravioleta serán perjudiciales para nuestros ojos, pues al disminuir la cantidad de luz que les llega, se producirá un aumento del diámetro pupilar, penetrando en el ojo mayor cantidad de rayos ultravioleta, que si no lleváramos gafas de sol.
gafas adecuadas Excelente la información y muy necesaria para el campo de la Optometria , nos ayudaría a que se tome conciencia en utilizar protecciones adecuadas para las radiaciones ultra violetas….
Así ofrecer a las personas materiales ópticos que garanticen el cuidado de sus ojos….