Que Internet favorece la digitalización masiva de documentación que antes se gestionaba en papel, para su archivo y posterior consumo, en cualquier momento, desde cualquier lugar y dispositivo, es una realidad. Si no que se lo digan a los periódicos de papel. Estos han visto en los últimos 15 años cómo sus tiradas «papel» han ido disminuyendo paulatinamente. Y con ellas, su tradicional negocio publicitario.
Una de las utilidades de la digitalización aplicada al mundo de los servicios sociales, como vimos en otro post, es la historia social electrónica de un paciente.
Esta es un lugar en la nube donde las autoridades de servicios sociales guardan ordenadamente la información «social» de un usuario que recibe servicios sociales. Menores de edad, personas vícitimas de violencia de género, personas mayores, en centros de día o con discapacidad forman parte de los receptores de servicios sociales.
En el mundo de la salud, también hablamos de la historia clínica de un paciente. Esta se puede definir como el
“conjunto de documentos que contienen los datos, valoraciones e informaciones de cualquier índole sobre la situación y la evolución clínica de un paciente a lo largo del proceso asistencial”.
En este post hablamos de la carpeta personal de salud que en Comunidades autónomas, que es parecida a la historia clínica pero tiene importantes diferencias.
Tabla de contenidos
La carpeta personal de salud
Todos tenemos en casa una carpeta, más o menos voluminosa, con los resultados de decenas de pruebas, visitas al médico de familia o al centro de especialidades, análisis de sangre, reconocimientos médicos, etc.
A medida que nos hacemos mayores, gestionar esa información en papel se convierte en un proceso tedioso: ¿cómo ordenar la documentación? ¿por dolencia, cronológicamente, por tipología de la actuación (análisis de sangre, reconocimientos médicos periódicos, etc.)? ¿dónde metemos la visita a la sanidad «privada»? Uf, qué carpetón.
Para ahorrarnos esta gestión, cada vez son más los centros sanitarios públicos y privados que ya no nos envían «papel» a casa sino que nos «cuelgan» los resultados de pruebas diagnósticas en una página web a la que podemos acceder mediante claves seguras, para descargarnos el informe en formato digital (pdf) y desde ahí bajarlo a nuestro ordenador.
Y desde hace unos años, las Comunidades autónomas comienzan a facilitarnos un lugar en la nube de Internet donde poder guardar dichos documentos de salud privados. Es decir, un espacio privado de almacenamiento de datos personales relacionados con nuestra salud, pruebas, intervenciones y analíticas médicas.
Definición de carpeta personal de salud
La carpeta personal de salud es un espacio de almacenamiento personal de información sanitaria, creado a petición de la persona usuaria, que las autoridades sanitarias públicas ofrecen a los usuarios.
En ella, siempre bajo la responsabilidad del usuario o de persona autorizada, se puede alojar información identificativa de éste, información de Apps de salud y medidores del estado físico, entrenamiento, dietas, ejercicio físico, monitorización de constantes o registro de tratamientos. También se puede subir información generada a iniciativa de profesionales o centros sanitarios.
Es decir, se trata de un espacio personal en la nube donde podemos mantener y subir cualquier información de salud o clínica que nos afecte. De esta manera podremos disponer de esta información en todo momento, accesible desde cualquier dispositivo con Internet. Y hacer uso de ella de la manera en que creamos conveniente.
Carpeta personal de salud e historia clínica, ¿son lo mismo?
Lo que tienen en común estas dos herramientas es que ambas contienen información sanitaria de un paciente. Y que esta información es accesible, desde y gracias a Internet, de forma segura. Pero nada más.
Son más las diferencias, como vemos a continuación:
- La historia clínica recoge el derecho de todo paciente a que quede constancia escrita de la información obtenida en todos sus procesos asistenciales, realizados por el servicio de salud de atención primaria como de atención especializada. Y la carpeta personal de salud puede recoger los elementos de la historia clínica, la relación de citas médicas habidas, y la información de salud, mediciones y anotaciones que libremente decida el usuario que quiere subir. Y que quiera tener a su disposición, en la «nube» para su consumo dónde y como quiera.
- La historia clínica engloba todos los procesos asistenciales sanitarios en la vida del paciente. Tiene como fin principal facilitar la asistencia sanitaria a los servicios sanitarios, dejando constancia de todos aquellos datos que, bajo criterio médico, permitan el conocimiento veraz y actualizado del estado de salud de una persona paciente. Por su parte, la carpeta personal de salud es una herramienta a disposición de los usuarios, para ser gestionada por los usuarios, donde estos pueden subir, archivar y acceder a cualquier documento o métrica de salud, ejercicio físico, etc.
- La información contenida en la historia clínica es para el uso de los profesionales de salud. Y la información de la carpeta personal tendrá sólo carácter informativo (no instrumental) para este personal facultativo que pueda intervenir en la atención y seguimiento de un paciente, si éste así lo autoriza.
- El mantenimiento y cumplimentación de la historia clínica de un paciente es responsabilidad de los profesionales que intervengan en ella. Sin embargo, la actualización de la carpeta personal de salud es una facultad (no es una obligación), del usuario.
- El contenido de la historia clínica es trascendental para el conocimiento veraz y actualizado del estado de salud del paciente y sus procesos. Esto es así porque contendrá de manera cronológica la hoja clínico-estadística, autorización de ingreso, informe de urgencia, exploración física, evolución, órdenes médicas, exploraciones complementarias, consentimiento informado, anestesia, informe de quirófano o de registro del parto etc. hasta el propio informe clínico de alta). Por su partem la información de la carpeta personal de salud incluirá toda la información que el usuario quiera subir, de la manera que él quiera (informes clínicos en formato digital, analíticas, reconocimientos médicos, datos clínicos, cuidados de enfermería, medicaciones, vacunas, alergias conocidas, datos de salud y su evolución como edad, peso, altura, el colesterol, la tensión arterial, la hemoglobina, la glucosa etc.), incluso las citas médicas.
Entre las Comunidades autónomas que disponen ya de carpeta personal de salud, destacan las de Madrid, País Vasco o Cataluña, y Galicia se acaba también de unir al grupo.