Dicen que a los adultos nos llega una crisis existencial cuando frisamos los 40, la mitad de la vida. Pero lo cierto es que cada vez más esta crisis es más de actitud que biológica. En este post te damos algunas propuestas de mejora a los 45 años. Se trata de ideas manidas sobre qué hacer a los 45 años pero seguro que releerlas no hace daño.
Tabla de contenidos
La mitad de la vida
La mitad de la vida, aunque sea de forma biológica, se alcanza en España allá por los 41 años, que es la mitad de los 82,83 años de media que los españoles vivimos en 2018.
Este dato es agregado, pero si distinguimos por sexo, ellas viven hoy hasta los 86 y ellos hasta los 81. Y aunque ha caído ligeramente en los últimos años, según un estudio de la Universidad de Washington se calcula que los españoles llegarán a los 85,8, casi tres años por encima del promedio actual en 2040, siendo los más longevos de los terrestres.
Primeras señales de que vas haciéndote mayor
Entre las primeras muestras de «adultez» que nos enseñan el camino de única dirección que es la vida, están las canas en el pelo o en la barba en el caso de ellos. Los hijos también son un indicador del paso del tiempo.
A los 40 ya se suele haber superado el esfuerzo físico inicial (noches en vela, pañales, biberones, caminar errático agachados tras ellos evitando que caigan etc.). Y cómo crecen de deprisa. Cada vez más el esfuerzo es intelectual (los deberes, las preguntas difíciles de la vida, que e obligan a «conversar» con ellos y explicarles ciertas cosas). Y si no tienes hijos, no te preocupes. Ve al parque y espera a que ese pequeño te pida que le pases la pelota que se le ha caído cerca de ti, llamándote «señor».
Y en el trabajo, las nuevas incorporaciones que te hablan de usted. Esas nuevas y nuevos compañeros de trabajo, qué caritas de angelitos imberbes, que quedan los jueves por la tarde y no cuentan contigo (tampoco es que te veas de terrazas junto a ellos).
El envejecimiento exige actitud
El envejecimiento exige una actitud positiva. La actitud de sentirse igual de joven que siempre, pero aprovechando las ventajas que da la madurez. Cuando ya estás en esa banda de edad, te sigues viendo muy joven, aunque por fuera no lo aparentes tanto.
Propuestas de mejora a los 45 años
Y ahora que ya hemos situado la crítica década de los 40 en el plano vital, aquí van unos consejos para afrontar con fuerza los 45.
Come sano
No es un tema de hacer más o menos dieta, que ya a estas alturas, la grasa de la cintura y cartucheras es difícil que se mueva de su emplazamiento los últimos 15 añitos.
Se trata de hacer un esfuerzo consciente por comer mejor. Y esto incluye la necesidad de tomar menos grasas y productos ultraprocesados (todo lo que tenga muchos aditivos en la etiqueta).
Come menos
Es un fastidio admitirlo, pero los días que comemos bien y encima cenamos bien, incorporamos más calorías al organismo de las que necesitamos para «funcionar» y engordamos.
Mi mujer, que es castellana y es práctica y resolutiva en la vida, lleva a rajatabla eso de, «desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo». Y funciona. Lo mejor para sentirse bien es cenar poco.
Ese irse a la cama con sensación de que te falta algo en el estómago (esa onza de chocolate, esa galletita de coco, esa copita de alcohol….).
Bebe poco alcohol
El alcohol es una bebida muy dañina para el organismo además de hipercalórica y psicológicamente adictiva. Beber menos alcohol, o reducir su ingesta a una o dos ocasiones semanales es un buen comienzo para vivir más y reducir el trabajo del hígado, además de mantener nuestra atención.
Es cierto que hay estudios que asocian el consumo diario de algunos alcoholes como el vino tinto, rico en polifenoles, a la longevidad. Pero mucho más recomendable es consumir la materia prima del vino, es decir, las uvas en temporada. Por tanto, la mejor bebida a tomar es el agua.
Camina cuando puedas, pero hazlo todos los días
Andar es el mejor deporte que hay. Mucho mejor que correr, que no deja de ser traumático para nuestras articulaciones.
Sin embargo, andar es para lo que está pensado el cuerpo humano y preferimos desplazarnos en coche, moto o patinete eléctrico. Y para lo que el organismo reserva calorías a quemar.
Los expertos de la OMS recomiendan caminar a paso ligero al menos 10.000 pasos diarios, lo que supondría una actividad física de 30 minutos a una hora. De hecho, la inactividad física es uno de los principales factores de riesgo de mortalidad a nivel mundial y de enfermedades no transmisibles (ENT), como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y la diabetes.
¿No te pasa que el día que no te mueves o que no sales por la tarde de casa, duermes peor?
Duerme en condiciones
Para poder vivir más y mejor, es bueno practicar el sueño en condiciones. Cada uno tiene sus horas hábiles de sueño, pero está claro que si se duerme bien y de forma profunda, se descansa más y el cuerpo y cerebro estarán en perfectas condiciones al día siguiente para una nueva jornada.
Para dormir bien hay que irse a la cama relajado, sin problemas en la cabeza. Esto exige que al menos 30 minutos antes se haya desconectado de «pantallas» y que el dormitorio sea un lugar apacible, oscuro, sin ruidos, sin alteraciones.
Date un gusto de vez en cuando
Dicen que los 45 son una buena edad para haber conseguido tus objetivos vitales iniciales (hogar, familia, trabajo, etc.).
El mejor indicador de que los sobrellevas bien es no querer bienestar material para ti pero sí desearlo para tus hijos. Aún así, de vez en cuando es bueno darse un viaje deseado, comprar algo que nos hace ilusión (aunque cada vez lo material se ve más como un recurso que como un deseo a cumplir a esta edad, ¿verdad?) o simplemente gastar un poco más en una cena o evento social.
Relaciónate con los demás
Otro hecho probado de calidad de vida y esperanza de vida futura es relacionarse con tu pareja e hijos en el entorno familiar, y fuera de él.
Las personas que son capaces de mantener una actividad social intensa son más activas y mantienen vínculos fuera de su entorno familiar.
Es cierto que requiere habilidades sociales, pero también es una realidad que nos hace más felices y nos ayuda a descubrir aspectos de nosotros mismo y de nuestras personas próximas que probablemente desconocías, a pesar de llevar tantos años juntos.
Vive en paz y sé agradecido/a con el mundo
A los 45 es un buen momento para darse cuenta de lo corta que es la vida . Y de lo agradecidos que debemos estar a la vida y al mundo por permitirnos vivir.
Estar en paz consigo mismo es el primer requerimiento para poder vivir en paz con los demás. Estar agradecido a la naturaleza nos debe ayudar a ver cuánto de ridículo hay en muchas cosas que compramos sin necesitarlas, y que afectan seriamente al medio ambiente.
En definitiva, que si cambias de actitud, los 45 años no son más que una limitación social que nos ponemos. ¡Vamos a por otros 45!
