Las utilizamos por placer, pero las hierbas aromáticas y culinarias que nos brinda nuestro entorno también tienen fabulosas cualidades que benefician a la salud humana. Sus aceites esenciales se usan en cosmética, aromaterapia y farmacia con finalidades terapéuticas. En gastronomía, además de ser aderezo de platos, aportan ciertas cantidades de los minerales esenciales y vitaminas que nuestro organismo necesita. Si tienes un jardín puedes cultivar algunas de estas hierbas en casa. Además de brindar belleza y aroma a tu alrededor, pueden servirte para preparar platos deliciosos y remedios caseros.
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Qué son las plantas aromáticas
Las plantas aromáticas son aquellas que contienen aceites esenciales, altamente concentrados, que son volátiles a temperatura ambiente. Estos aceites son compuestos que se pueden obtener de diversas partes de la planta: flores, capullos, semillas, hojas, ramas, corteza, madera, frutos y raíces.
Se pueden encontrar muchas plantas aromáticas silvestres en un paseo por el campo o en el monte. En nuestra península hay una gran cantidad de especies diferentes que nuestros ancestros han sabido utilizar para mejorar sus recetas o elaborar remedios caseros medicinales. También son plantas sencillas de cultivar en el jardín e incluso dentro de casa.
Hierbas aromáticas para cocinar
Los usos de las hierbas aromáticas en nuestra cocina son numerosos. Ayudan a reducir la sal de nuestros menús y permiten la preparación de deliciosas infusiones. Con este tipo de plantas se pueden reinventar deliciosas salsas y transformar nuestras recetas estrella. Tanto si se utilizan frescas o secas, las plantas aromáticas aportan un sinfín de matices y un sabor exquisito a todos los platos.
Salvia
La salvia procede de la región mediterránea, aunque se ha naturalizado por todo el mundo. Su nombre deriva del verbo latíno “salvere” que significa curar o salvar, lo que ya augura los beneficios que tiene sobre nuestra salud. Existen muchos tipos de salvia diferentes, pero la que se suele utilizar en cocina es la especie salvia officinalis. La salvia es rica en vitamina k, b6, y minerales como el hierro o calcio, zinc y magnesio.
Perejil
El perejil es una popular planta aromática de origen mediterráneo que se usa como condimento. Sus hojas y tallos están presentes en la preparación de numerosos platos y salsas, a los que aporta un sabor fresco y ligeramente picante. El perejil fresco contiene vitamina c, ácido fólico, vitamina a, potasio y calcio. En menor cantidad tiene otros nutrientes beneficiosos como fósforo, hierro, magnesio y vitaminas del complejo b.
Orégano
El orégano es una especie autóctona de la cuenca mediterránea que se encuentra silvestre por toda europa y asia occidental. Se utiliza en pequeñas cantidades, fresco o seco, para dar aroma y sabor a los platos. Es un condimento característico de la gastronomía griega e italiana, donde se usan como aderezo de salsas para pastas y pizzas en el orégano encontramos vitaminas a, c e y k, así como fibra, hierro, magnesio, calcio y potasio.
Albahaca
La albahaca es una planta aromática cuyas hojas se pueden consumir tanto frescas como secas. Su origen se sitúa en las islas del mar egeo, persia e india, aunque en la actualidad se cultiva en todo el mundo. El pesto es una salsa muy conocida que se prepara con albahaca, pero su uso es más amplio. Sirve para condimentar todo tipo de platos: desde carnes a pescados, pasando por sopas, huevos, cremas e incluso verduras. La albahaca es fuente de vitaminas c, k y b9, y contiene potasio, calcio, magnesio, hierro, sodio y fósforo.
Tomillo
El tomillo es una hierba silvestre cuyo origen se encuentra en las zonas templadas de europa, asia y áfrica. Ya se utilizaba en el antiguo egipto y sigue siendo muy habitual en la cocina mediterránea, tanto seco como fresco. Se utiliza para preparar estofados, parrillas, escabeches, adobos, marinados y aliños. El tomillo es rico en vitaminas c y a, fibra, hierro, fósforo, potasio y zinc.
Hierbas aromáticas con usos medicinales
Las hierbas aromáticas son sumamente versátiles y pueden cumplir otro tipo de funciones que no sean las meramente culinarias. Muchas de ellas se emplean como remedio para mitigar determinadas dolencias. El uso de hierbas con propiedades curativas es muy antiguo, aunque en nuestros días se hayan visto desplazadas por los medicamentos de síntesis química. Aún así, muchos de los fármacos actuales proceden de plantas o contienen principios activos extraídos de ellas.
Manzanilla
La manzanilla, también llamada camomila, es una hierba perenne extendida por todo el mundo. Tiene tallos muy ramificados, hojas finas y pequeñas flores con forma de margarita. Está considerada como la reina de las infusiones por su popularidad. ¿quién no ha tomado manzanilla en alguna ocasión? Es el estimulante digestivo por excelencia, indicada en digestiones pesadas, náuseas, distensión abdominal o flatulencias. En casos de ansiedad, insomnio o dolores de cabeza funciona como suave sedante. También es muy utilizada para el tratamiento local de inflamaciones o infecciones de piel, conjuntivitis o inflamaciones bucofaríngeas.
Árnica
La árnica es una hierba aromática medicinal autóctona de los prados de montaña del centro de europa central. Desde la antigüedad ha sido recolectada por pastores y campesinos para usarla como antiinflamatorio natural en casos de torceduras y golpes. También es buena para la piel y útil para tratar el acné, forúnculos y salpullidos. En la actualidad es fácil encontrar barritas o crema de árnica en herbolarios.
Aloe vera
Aloe vera es una especie suculenta de hojas carnosas con gran capacidad para almacenar agua. Es una planta con propiedades antiinflamatorias y calmante cutáneo. El interior de sus hojas tiene la consistencia de un gel que se absorbe fácilmente al aplicarlo sobre la piel. Se recomienda para eliminar manchas, mitigar los efectos de quemaduras leves y cicatrizar heridas ya limpias. En cualquier caso, salvo lesiones menores, siempre hay que contar con asesoramiento médico para su aplicación.
Cola de caballo
Cola de caballo es un arbusto medicinal que se distribuye por toda europa en lugares húmedos próximos a fuentes o corrientes de agua. Es una planta diurética con un alto contenido de sales de potasio, flavonoides y sapónidos. Favorece la secreción de orina y por eso se recomienda para solucionar problemas de retención de líquidos en general.
Lavanda
La lavanda es un arbusto aromático que se encuentra silvestre por toda la cuenca mediterránea. Destaca por su intensa fragancia pero sus buenas propiedades van más allá, ya que la lavanda tiene propiedades antiinflamatorias y cicatrizantes. El aceite de lavanda se utiliza para elaborar cremas y geles para la piel. Su aroma repele a los insectos por lo que plantar lavanda en el jardín ahuyentará moscas y mosquitos. Con las hojas y flores de lavanda se puede preparar una infusión digestiva que favorece el alivio digestiones pesadas.
