Desde que estalló la crisis de salud pública por la pandemia, nos hemos hartado de escuchar noticias sobre la falta de personal sanitario en los centros sanitarios de España y Europa. Esta crisis, junto con el envejecimiento paulatino de la población, están poniendo de manifiesto que hacen falta manos a todos los niveles en el sector sanitario. Y sin embargo, España se digna en tener la peor tasa de paro juvenil.
¿Qué hay detrás de este doble problema? Probablemente un desalineamiento entre la formación que seguimos cuando terminamos la educación obligatoria, y la oferta de plazas en el sector de la salud pública. Para paliar este gap de empleabilidad disponemos de cursos gestion sanitaria que nos proyectarán hacia el empleo deseado, sea cual sea nuestra ambición dentro de la profesión sanitaria.
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La sociedad demanda servicios de salud
Si das un paseo por cualquier ciudad te darás cuenta de la enorme proliferación de centros sanitarios y similares que han surgido donde antes solo había bancos y comercios de barrio. De un tiempo a esta parte, cada vez demandamos más servicios relacionados con el bienestar y la salud.
Clínicas dentales, clínicas de estética, consultas para perder peso, centros de bronceado, centros de belleza, de rehabilitación, de fisioterapia, de quiropráctica, etc. Esta proliferación se debe básicamente a que somos una sociedad avanzada en la que, una vez cubiertas las necesidades básicas (trabajar, tener un techo donde vivir, alimentarse y disponer de tiempo y ahorros para el ocio) nos preocupa nuestro bienestar y calidad de vida.
Además, cada vez vivimos más años y tenemos una de las mejores esperanzas de vida del mundo. Esto nos lleva a vivir mejor durante más años que antes. Lo cual nos obliga a demandar para nosotros o nuestros seres queridos mayores, servicios de acompañamiento, cuidado, cura, etc. Y ello a domicilio, en residencias de ancianos y centros de día, en centros de salud públicos o clínicas privadas, en centros de especialidades y un largo etcétera.
Esta demanda de servicios relacionados con el «sentirse bien», demanda nuevos profesionales, dispuestos a trabajar en este sector sanitario. Si quieres saber los profesionales que te vas a encontrar en un centro sanitario, sigue leyendo. Lejos de médicos y enfermeras, verás que hay todo un universo de perfiles profesionales en tu centro sanitario.
Organigrama de un centro sanitario
El organigrama de cualquier centro sanitario suele diferir según su titularidad, pública o privada, y su nivel asistencial (atención primaria y atención especializada).
Si se trata de un centro sostenido con fondos públicos del sistema público de salud, se suele dividir entre centros de salud (atención primaria) y centros de especialidades (atención especializada). Si se trata de una clínica privada, probablemente la estructura será mucho más pequeña, y consistirá en un/a medico titular y su personal de apoyo.
En general, en los grandes centros hospitalarios se suele separar la dirección administrativa (la pura gestión económica y de personal del centro), de la dirección facultativa, que corresponde a médicos titulados distribuidos por equipos según su especialidad.
De abajo a arriba, las profesiones que te puedes encontrar en cualquiera de estos centros (tomamos como ejemplo un hospital) y para las que existe formación ad-hoc (como cursos salud pública) son las siguientes.
Celadores
El puesto de celador sanitario es uno de los que más desapercibidos pasan. Sin embargo, es un equipo de profesionales encargado de asegurar el buen traslado de los pacientes desde que ponen pie en el centro, hasta que lo abandonan.
Un celador siempre dispondrá de sillas de ruedas y/o camillas con las que dirigir al paciente a cualquier zona del hospital (a la habitación asignada, a quirófano, a la sala de rayos X (traumatología), a la UCI o a planta después.
Mal llamados «conserjes» o «porteros», los celadores juegan una parte fundamental en el organigrama del centro sanitario. Facilitan la tarea de los demás profesionales al hacer posible que el paciente se desplace, o al gestionar la recogida y envío a otras zonas del centro de muestras de sangre, oxígeno embotellado, placas de rayos X, medicamentos, etc.
Por último, el celador (o la celadora, que también hay muchas mujeres) puede encargarse del suministro de ropa de cama y para el paciente limpias y todo lo que el equipo sanitario demande.
La formación para celador sanitario es aconsejable que sea una titulación homologada, ya que eso facilitará los créditos ECTS para que sea baremable. Con esta titulación se puede opositar a las convocatorias de celadores de hospital de los distintos servicios de salud de las Comunidades Autónomas.
Auxiliares de enfermería
La enfermería es la profesión sanitaria más próxima al paciente. La enfermera o enfermero se encargan literalmente de velar por el bienestar y salud del paciente que se les confía.
Para realizar su cometido, se apoyan en auxiliares de enfermería titulados y/o en prácticas. El auxiliar de enfermería se conoce técnicamente como Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAE). Su labor es muy próxima a la del enfermero pero asistencial.
Es decir, que el auxiliar tiene que tener amplios conocimientos sobre enfermería, cuidados e higiene del paciente que no se vale por sí mismo, curas leves, preparación de materiales, limpieza del instrumental, administración de medicación con autorización del personal de grado superior, etc. Pero también se espera de este perfil asistir al paciente psicológicamente y darle su apoyo ante trances complicados.
Para ser TCAE se requiere lo primero tener claro en qué tipo de atención sanitaria se quiere realizar. Así tienes auxiliares de enfermería en urgencias hospitalarias, en primeros auxilios o en centros geriátricos por citar algunas salidas.
En general hay muchas oportunidades tanto en centros de salud y hospitalarios como en clínicas privadas y centros geriátricos.
Enfermeras y enfermeros
La siguiente especialidad profesional en cualquier centro sanitario es de la enfermería. Se puede decir que este personal ejerce de auxiliar del médico, con quien se coordina y de quien recibe instrucciones y pautas antes y tras una intervención médica.
El enfermero o enfermera se ocupan de la historia clínica del paciente, de la conservación y mantenimiento del material sanitario y del instrumental, de los aparatos clínicos para que estén en condiciones de perfecta utilización.
Su misión más asistencial es la de atender al paciente durante su estancia en el centro, vigilando su estado, administrando la pauta que se le haya prescrito, y dando apoyo moral y psicológico a paciente, cuidadores y familiares.
Por todas estas razones se trata de un puesto que requiere muchísima vocación.
Personal médico
Por último, el equipo médico de un centro sanitario es la piedra de toque para el organigrama técnico del mismo.
Se trata de titulados universitarios con especialización que gracias a una oposición tipo MIR, han acreditado el conocimiento y experiencias necesarios como para ocuparse de nuestra salud.
Personal de limpieza
Dejamos para el final, aunque tal vez por la importancia de su trabajo debería ser el primer grupo, al personal de limpieza. Al no ser personal sanitario, quedan fuera del ámbito de este post, pero hay que agradecer siempre su labor, ya sea como empleadas por cuenta del centro o parte de una contrata.
La formación es clave para prosperar
Como siempre decimos, la formación es clave en la vida para destacar en lo que nos guste hacer y tener oportunidades. Está demostrado por decenas de estudios internacionales, que cuanto mayor el nivel educativo y la formación de una sociedad, mayores sus ingresos medios. ¿A qué esperas para encontrar tu oportunidad profesional? No te quedes de brazos cruzados, ¡fórmate!
