Antaño existía la creencia generalizada errónea que se resumía en pensar que la ortodoncia únicamente optimizaba la sonrisa del paciente, aplicando para ello las oportunas correcciones. Con el paso del tiempo la sociedad se concienció de que era si cabe más importante, puesto que adicionalmente también evita afecciones de salud en un futuro. Es por ambos motivos que las mamás y los papás no dudan en pasar a la acción si sospechan que su hijo podría requerir un tratamiento de este tipo. ¿También es tu caso? Entonces tal vez no sepas cuando empezar la ortodoncia Infantil, duda que resolveremos a continuación.
La importancia de anticiparse a los problemas
Innegablemente la salud bucodental juega un papel fundamental en el bienestar de una persona. Por ello conviene empezar con buen pie en este sentido, yendo a tiempo a la clínica odontológica de tu confianza para que inspeccionen la dentadura y otros elementos del pequeñín.
En primer lugar es importante diferenciar entre las visitas convencionales del dentista y las del ortodoncista. Las primeras mencionadas deben empezar mucho antes, pero las que guardan relación con una posible ortodoncia varían en función de diversos aspectos.
El más importante es la madurez alcanzada por la estructura dental del peque. Se trata de una cifra que puede abarcar una mayor o menor cantidad de meses, pero en líneas generales suele girar en torno a los seis años.
Justo entonces los molares hacen acto de presencia de manera definitiva, lo cual da pie a que pueda iniciarse un tratamiento de ortodoncia adaptado al cien por cien a las necesidades de tu hijo, así como a sus preferencias.
¿A qué nos referimos? Básicamente a la posibilidad de que, si el niño o la niña lo prefiere, optar por un modelo totalmente invisible. A algunos infantes la ortodoncia les aumenta su nivel de timidez, factor que queda relegado a un segundo plano gracias a las unidades que pasan desapercibidas.
Más allá de la apariencia, hay que valorar el hecho de que una corrección odontológica cuando el peque todavía tiene una edad bastante temprana es muy sencilla frente a llevarla a cabo en un futuro.
De hecho, si el mínimo que hemos mencionado es de seis años, no conviene dejar pasar más de doce en total. De esta manera pasa a ser viable aplicar cualquier tipo de método preventivo, lo cual se traducirá en la ausencia de problemas bucodentales y en una mayor felicidad.
Una maloclusión dental puede llegar a tardar en tratarse hasta 2 años, es importante estar bien informado antes de empezar con ella