Uno de los síntomas habituales y persistentes después de sufrir una enfermedad respiratoria es la dificultad para respirar con normalidad. Este problema de la capacidad pulmonar afecta a una gran variedad de pacientes, incluidos quienes sufren la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, insuficiencia respiratoria, bronquitis, asma o neumonías. Hay personas que sufren con frecuencia infecciones en el aparato respiratorio, y también ellas experimentan dificultades habituales para respirar u otros problemas asociados, como la generación constante de flemas o mocos.
Afortunadamente, la capacidad pulmonar puede entrenarse. Esto significa que podemos trabajar los músculos de la caja torácica para que nuestro organismo esté preparado para almacenar todo el aire que puedan captar nuestros pulmones.
Los pulmones aumentan su volumen en función del aire que reciben, pero a veces no somos capaces de captar todo el que podrían albergar, porque no hemos preparado para ello a los músculos de la caja torácica, o estamos en un periodo de convalecencia después de haber sufrido una enfermedad, y están desentrenados.
Por eso, la rehabilitación pulmonar o rehabilitación respiratoria es esencial para la salud de las personas con enfermedades respiratorias crónicas. Los estudios demuestran que la rehabilitación respiratoria mejora la disnea, la capacidad de esfuerzo y la calidad de vida relacionada en los pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica y es beneficiosa también para otras enfermedades. Se articula en tres ejes: entrenamiento muscular, educación y fisioterapia respiratoria, en sesiones que deben durar al menos ocho semanas.
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¿Qué podemos hacer en casa?
Debe ser el médico especialista el que paute y supervise la rehabilitación respiratoria en los pacientes, si bien hay ejercicios que cualquiera puede hacer en casa y que van a contribuir a mejorar la salud de los pulmones de cualquier persona. Por ejemplo:
Presta atención a la respiración
Como se trata de un acto reflejo, la mayor parte del tiempo no somos conscientes de que estamos respirando. Pues bien, si prestas atención, descubrirás que, probablemente, no estés utilizando toda tu capacidad pulmonar.
Generalmente, hay zonas del tórax que no utilizamos. Ser conscientes de esto es el primer paso para expandir nuestra capacidad.
Para darte cuenta, coloca una mano a la altura del pecho y la otra en la barriga, coge aire lentamente, y observa si se reparte bien o no.
Entrena los pulmones
Puedes realizar ejercicios concretos para expandir la capacidad pulmonar. El más efectivo es realizar inspiraciones lentas mantenidas: consiste en coger aire lentamente hasta llenar los pulmones, retenerlo hasta cinco segundos y soltarlo lentamente hasta vaciar por completo los pulmones. Conviene realizar este ejercicio en varias posiciones: sentado y tumbado de ambos costados.
Otro ejercicio específico para mejorar la musculatura de la caja torácica consiste en realizar inspiraciones mantenidas de pie mientras levantas ambos brazos alternativamente.
También puedes hacerlo sentado, apoyando los pies en el suelo y con la columna erguida. Levanta las manos entrelazadas por delante del cuerpo mientras inspiras por la nariz, y bájalas lentamente mientras sueltas el aire.
También es muy recomendable realizar estiramientos pectorales, ya que libera presión sobre las costillas. Junta las manos por detrás de la espalda y extiende tus brazos.
Con los brazos extendidos, intenta llevar los hombros hacia atrás y el pecho hacia adelante. Separando los brazos de la espalda, mantén la posición y respira profundamente.
Presta atención a la postura
Se trata de evitar la misma postura durante mucho tiempo seguido. Al permanecer durante mucho rato en la misma postura (ya sea buena o mala) los músculos se agarrotan y pierden flexibilidad.
En cambio, al moverte, mantienes la elasticidad de los músculos, incluyendo los de la caja torácica. Basta levantarte y dar un breve paseo.
Estos son los consejos específicos, pero como consejo general, y siempre que puedas, haz deporte. El ejercicio aeróbico mejorará tu capacidad respiratoria, aumentando tu capacidad ventilatoria