Vivimos una vida frenética en la que las relaciones de pareja son cada vez más inestables, y por ende menos duraderas. Algunos dirán que nos casamos para toda la vida, pero, lo cierto es que, llegado un número de años de relación, las cosas se tuercen y terminan mal. Y en el centro de este abandono pueden situarse problemas económicos, infidelidades o, incluso, la disfunción eréctil.
La impotencia y demás disfunciones del órgano genital masculino pueden deberse a problemas naturales y/o psicológicos. Y, para estos últimos, existen remedios. A continuación, descubre una solución en gel para la erección que te sacará de un apuro.
Tabla de contenidos
La disfunción eréctil
La disfunción eréctil es la incapacidad de un varón para conseguir alcanzar y mantener una erección firme a la hora de mantener una relación sexual satisfactoria.
Entre sus causas destacan las de naturaleza física, las causas psicológicas o una combinación de ambas.
Disfunción eréctil de naturaleza física
Principales causas
Entre las causas físicas están los problemas cardiovasculares como la hipertensión y arteriosclerosis, que pueden limitar el flujo sanguíneo al pene, impidiendo su extensión plena y firme.
También algunos afectados por la diabetes pueden ver afectadas las terminaciones nerviosas y vasos sanguíneos del aparato reproductor masculino, limitando la función eréctil.
Finalmente, pacientes con problemas de la glándula tiroides o la testosterona baja, enfermos de Parkinson, esclerosis múltiple o daño en la médula espinal también se pueden ver afectados por esta enfermedad.
Soluciones
En general, la mejor forma de alejarse de la disfunción eréctil por causas naturales si no estás enfermo es llevar una vida sana. El consumo de tabaco, alcohol y drogas, la actividad física y un cuerpo en forma pueden ser tus aliados para tener una visa sexual plena.
Efectos de la psicología en la disfunción eréctil
Aparte de causas naturales y sus enfermedades causantes, muchas de las razones para un bajo rendimiento sexual son psicológicas.
El principal factor causante de la falta de apetito sexual es el estrés y su hermana, la ansiedad.
En las sociedades actuales, sobre todo en la gran ciudad, vivimos estresados por los horarios laborales, la presión en el trabajo, problemas con el entorno personal y familiar o incluso con la pareja.
Si no se tratan, el estrés y la ansiedad puede degenerar en un episodio de depresión que hará mucho más difícil poder, si quiera, mantener una relación afectiva con nuestra pareja. Y mucho menos, una relación sexual.
Otro factor que puede incidir en este tipo de disfunción es nuestra baja autoestima, por un físico que no responda a la imagen corporal que se nos vende. O por fracasos en cualquier ámbito de nuestra vida (profesional, familiar, empresarial, etc.).
Consecuencias de un “gatillazo”
Muchas personas sanas (sin las enfermedades citadas al principio) tienen pavor al “gatillazo” en una relación sexual.
No ser capaces de lograr la erección y de mantenerla con su pareja puede tener efectos devastadores como vergüenza o culpa. Y afectan a la autoestima y a la calidad de vida de pareja.
Si el problema se repite en una siguiente ocasión, la relación de pareja se puede tensionar. Y desembocar en problemas de comunicación que pueden terminar con la relación de pareja.
Si no se abordan desde el punto de vista psicológico pueden degenerar en problemas serios de salud mental, como la citada ansiedad, o incluso la depresión.
Soluciones en caso de problemas psicológicos
La vía ideal para para combatir los citados problemas de no alcanzar la erección dependerá del tipo de problema que estemos atravesando.
SI no tenemos una buena comunicación con nuestra media naranja, tendremos que recurrir a la terapia de pareja. Y hablar sin tabúes de qué es lo que nos gusta y no gusta en nuestra relación actual, qué podemos cambiar, qué
Hablar con tu pareja, tratar de reconducir nuestra autoestima y tal vez apoyarnos en soluciones farmacéuticas como geles para la erección.
Si la causa de nuestro escaso vigor responde a estrés y ansiedad, debemos acudir a un médico que nos administre la medicación necesaria para lograr calmarnos. Seguida de técnicas de relajación, como la meditación, el yoga y la respiración profunda que reduzcan nuestra tensión psicológica.
En otro plano, abandonar vicios como el tabaco, el alcohol o una dieta desequilibrada también nos podrán ayudar a medio y largo plazo. Con este cambio de hábitos lograremos una mejora en nuestro estado de ánimo que nos llevará a sentirnos mejor y más vigorosos.
Un problema integral
Como hemos visto, muchos de los problemas para alcanzar una erección en varones sanos pueden deberse a factores psicológicos.
Localizar el origen de nuestro problema es una cuestión de confianza, de comunicación con la pareja, de llevar una vida sana y de apoyarnos en los profesionales de la salud cuando sea necesario.
