Leemos en Europa Press una interesante sentencia que condena al Sacyl al pago de 150.000 euros por mala praxis en la atención de un paciente con hernia al que envió a su casa, falleciendo a los dos días, consecuencia de una negligencia médica clínica.
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Los hechos
El 28 de febrero de 2015, un hombre de 71 años de un pueblo leonés comenzó a encontrarse mal estando en su casa, por lo que acudió a las urgencias del Ambulatorio de Armunia (León). Los síntomas que tenía eran un dolor abdominal difuso y unos vómitos repetidos durante 24 horas.
En urgencias de Armunia, el médico le hizo una exploración determinando que sufría una hernia inguinal dolorosa con encarcinamiento, por lo que derivó al paciente al Servicio de Urgencias del Hospital Princesa Sofía de León.
Una vez en el hospital le hicieron varias pruebas diagnósticas y el médico que les atendió le indicó que tenía una insuficiencia renal grave y deshidratación, por lo que aconsejó dejarle ingresado en el hospital.
Además pidió consulta con el cirujano de guardia del centro, pero éste, no anduvo muy fino, limitándose a «reducir» la hernia inguinal y enviar al paciente a su domicilio, sin prestar mayor atención a las pruebas clínicas que demostraban que tenía deshidratación e insuficiencia renal.
A las 48 horas, el día 2 de marzo de 2015, el paciente ingresó de urgencias de nuevo en el Princesa Sofía de León con insuficiencia respiratoria aguda, shock hipovolémico y acidosis metabólica no compensada.
Por esta gravedad ingresó directamente en la UCI del Hospital donde fue intubado orotraquealmente, maniobra que se complicó con vómitos abundantes fecaloideos.
A los pocos minutos, el paciente sufrió una parada cardiorrespiratoria que se logró revertir pero que a las pocas horas repitió y finalmente se produjo su fallecimiento, el 3 de marzo de 2015, con diagnóstico final de hernia inguinal incarcerada y obstrucción intestinal con fracaso renal agudo prerrenal.
A resultas del fatal desenlace, la familia puso su caso en conocimiento de la Asociación ‘El Defensor del Paciente«, con la cual denunciaron la mala praxis de una pésima atención del servicio de urgencias del hospital público con el resultado de la muerte del paciente de 71 años.
Al depender el hospital del servicio público Sacyl (Sanidad de Castilla y León), se interpuso una reclamación que ha terminado en la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.
Sentencia Judicial
En su sentencia, la Sala de lo Contencioso Administrativo condena al Sacyl y a su aseguradora Mapfre, a indemnizar a los familiares del fallecido con 150.000 euros al estimar que hubo una asistencia sanitaria deficiente por parte de los servicios públicos sanitarios que llevó al fallecimiento del paciente el día 3 de marzo de 2015 cuando contaba con 71 años.
Los síntomas de este paciente cuando acudió al servicio de urgencias del hospital de León eran típicos de una hernia inguinal complicada. Sin embargo, la valoración del cirujano de guardia fue a todas luces insuficiente, limitándose a la supuesta reducción de la hernia incarcerada, sin prestar atención a las imágenes radiológicas abdominales que claramente apuntaban a una oclusión intestinal, ni a las graves alteraciones analíticas que mostraban una severa insuficiencia renal aguda y a la deshidratación añadida con vómitos persistentes.
Hubo necesidad de cirugía urgente
El paciente, tras la reducción de la hernia y reposición hidroeletrolítica por unas horas, fue dado de alta sin efectuarse los preceptivos controles analíticos y radiológicos. La cirugía por laparotomía urgente hubiera evitado la progresión de la isquemia intestinal y disminuido sensiblemente las posibilidades de fallecer del paciente.
Mala praxis
En su sentencia, la Sala, llega a la conclusión de que
«en el presente caso ha habido mala praxis, con vulneración de la lex artis ad hoc, porque no se han cumplido los protocolos para el diagnóstico y tratamiento de una insuficiencia renal aguda severa ni para una deshidratación severa«.
Destaca la sentencia que
«la persistencia de la hernia inguinal complicada con claros síntomas de isquemia intestinal en el momento del alta hospitalaria condujeron a una insuficiencia renal aguda muy severa (7,29 mg/dl) y a una deshidratación intensa que puede desencadenar la muerte en pocos días«.
«Si se hubiera practicado una laparotomía que desobstruyera la oclusión intestinal podía esperarse la corrección total de las severas alteraciones analíticas, bioquímicas-hematológicas y radiológicas que indicaban una isquemia intestinal«.
Carmen Flores, presidenta de la asociación ‘El Defensor del Paciente’, apunta que la sentencia es acertada al reconocer la deficiente asistencia sanitaria prestada. Considera muy beneficioso que los jueces defiendan los derechos de los pacientes y sus familias.