Esta entrada «Colesterol» se publicó por primera vez el 26 de octubre de 2019 y ha sido actualizada el 26 de octubre de 2023.
El colesterol es un lípido que se encuentra en los tejidos y la sangre. Cuando circula por ésta, lo hace unido a otras sustancias llamadas lipoproteínas.
Tabla de contenidos
Tipos de colesterol
En función del tipo de lipoproteína que transporta este lípido puede hablarse de:
-Lipoproteína de alta densidad (HDL) (colesterol “bueno”): es una sustancia lipídica de alta densidad y que transporta el lípido depositado en las arterias para su eliminación.
Sus niveles altos en sangre son beneficiosos para la salud cardiovascular porque nos protegen de una enfermedad coronaria.
– Lipoproteína de baja densidad (LDL) (colesterol “malo”): es una sustancia lipídica de baja densidad que transporta el lípido y lo deposita en las arterias. Sus niveles elevados favorecen la arteriosclerosis.
Colesterol en sangre
El colesterol de la sangre se eleva por predisposición genética, por enfermedades hepáticas, patologías endocrinas y renales, por el consumo de ciertos fármacos y por una dieta rica en grasas.
Tener niveles elevados de colesterol total, triglicéridos y colesterol LDL incrementa el riesgo de padecer un ataque cardiaco.
Esta patología, llamada hipercolesterolemia, requiere un cambio del estilo de vida y en algunos casos el uso de fármacos llamados «estatinas».
Cambios positivos en el estilo de vida son una alimentación sana, reducir la ingesta de alcohol, dejar de fumar, evitar el sobrepeso y realizar ejercicio físico recurrente.
Estatinas
Las estatinas son un grupo de medicamentos que se utilizan para reducir los niveles de colesterol en sangre. Estas son una clase de fármacos que actúan inhibiendo una enzima llamada HMG-CoA reductasa, que desempeña un papel crucial en la producción de colesterol en el hígado.
Las estatinas son prescritas principalmente para tratar la hipercolesterolemia y para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
Al disminuir la producción de la sustancia en el hígado, estas medicaciones ayudan a bajar los niveles de colesterol LDL (el «malo»). Y, en algunos casos, también pueden aumentar los niveles del tipo HDL (el «bueno»).
Algunos ejemplos de estatinas incluyen:
- Atorvastatina (Lipitor)
- Rosuvastatina (Crestor)
- Simvastatina (Zocor)
- Pravastatina (Pravachol)
- Lovastatina (Mevacor, Altoprev)
Es importante señalar que el uso de estatinas generalmente se acompaña de monitoreo médico regular para evaluar la eficacia del tratamiento y para gestionar cualquier efecto secundario potencial.
Las estatinas son una parte importante de las estrategias de control del riesgo cardiovascular en individuos con hipercolesterolemia.
Fuentes de información
Web de la Estrategia NAOS (web) y Fundación Española del Corazón (www.fundaciondelcorazon.com)