Seguro que te has fijado en la tele cómo, cada vez más, muchos presentadores muestran una sonrisa blanca y luminosa, una sonrisa perfecta, cuando sonríen ante la cámara. Y seguro que te has preguntado cómo es posible que la tuya, tu sonrisa, sea bastante más imperfecta y apagada. La respuesta está en las carillas dentales.
Se trata de un tratamiento, ante todo estético, al que todos podemos recurrir para mejorar nuestra sonrisa, siempre y cuando nos pongamos en manos de un especialista. Para elaborar este post, hemos consultado todo sobre este tratamiento con Carralero Clínica Dental Avanzada.
Tabla de contenidos
La imagen lo es (casi) todo
Nos guste o no, vivimos en una sociedad donde la primera impresión es la que cuenta. Como se suele decir, nunca tendrás una segunda oportunidad para causar una primera impresión.
La imagen personal de cada uno/a, su aspecto físico y su forma de moverse, de vestir o de expresarse, son cada vez más determinantes para formarse una opinión sobre alguien y conseguir sus objetivos.
Qué duda cabe que una sonrisa bonita, con unos dientes cuidados, alineados y blanquitos, es un salvoconducto para el reconocimiento social, a primera vista.
Qué son las carillas dentales
Las carillas dentales son láminas finas de porcelana o composite que el dentista especialista fija sobre tu actual dentición para mejorar el aspecto, coloración, tamaño y posición de tus actuales dientes.
Es muy frecuente, con el paso de los años, que nuestras piezas dentales pierdan su coloración natural (manchas en los dientes). O que presenten deformidades poco estéticas en su unión con la encía. O incluso que sufran alguna rotura que las aleje de su forma original.
También puede darse el caso de que no coincidan plenamente las piezas dentales superiores con las inferiores por un problema de alineación (línea media) o por la ausencia de alguna pieza, de nacimiento, o tras una extracción.
Todos estos aspectos inciden sin duda en la expresión de nuestra sonrisa y en muchos casos, provocarán timidez y una baja autoestima en la persona que siente que no tiene bien los dientes.
Las carillas dentales son una buena opción si quieres dar carpetazo a tu situación y mejorar tu sonrisa, diciendo adiós a la timidez.
Por tanto, su función principal es conseguir una mejora estética potente y duradera, con un impacto funcional prácticamente nulo y al menor coste posible.
Qué tipos de carillas hay
En función del material usado en este tratamiento estético, tenemos carillas de composite o de porcelana. Y, aparte, tenemos las carillas o fundas de zirconio.
Carillas de composite
El composite es un material constructivo y reversible que se obtiene a partir de la mezcla de resinas compuestas porosas.
Su principal ventaja es que permite ver resultados y rectificarlos hasta dar con el efecto deseado con el paciente, tanto en forma como en coloración.
Es decir, que es un tratamiento reversible. Aún, así, la coloración final obtenida puede no ser tan perfecto como el tratamiento porcelánico.
Y con el tiempo, se podría producir decoloración así como un desgaste o astillado puntual en algunas piezas dentales tratadas con carillas de composite.
Pero es un tratamiento rápido y menos invasivo que la porcelana.
Carillas de porcelana
Las carillas de porcelana consiguen imitar con bastante fidelidad la tonalidad de los dientes. Se puede recurrir a ellas para, además de blanquearlos corregir roturas, desgastes o astillados previos.
Es un tratamiento más laborioso y caro que el de composite. Pero promete resultados más duraderos y estables en el tiempo.
Carillas de zirconio
En cuanto a las carillas de zirconio (fundas de zirconio), tienen un aspecto 100% natural, no contienen metales en su composición, son muy resistentes a las fracturas y no se decoloran con el tiempo. Están recomendadas en caso de situar carillas sobre implantes dentales.
Son el tipo de carillas más caro.
En qué consiste el tratamiento
Las fases del tratamiento con carillas son estas: evaluación del paciente, elaboración de un abordaje, presupuesto, diseño digital de la sonrisa, mock-up, elaboración en laboratorio protésico-dental, implantación y seguimiento con el paciente.
Evaluación del paciente
Lo primero que hay que tener en cuenta es que no todo el mundo es apto para este tratamiento. Por edad o por salud bucodental presente.
Si tu salud bucodental es deficiente o eres una persona a la que le faltan piezas, las existentes están desalineadas o tiene algún tipo de enfermedad bucodental impeditiva no te podrás tratar con carillas.
Al menos hasta que se solucionen tus problemas previos, ya que el tratamiento con carillas presupone una boca cuidada, con dientes bien alineados y en buen estado higiénico.
Abordaje y presupuesto
El abordaje es la forma en la que el dentista especialista en carillas realizará el tratamiento.
Esto exige compartir (y negociar) con el paciente el tipo de carillas a implantar, las piezas dentales que requieran reparación previa o incluso la pigmentación ideal para su color de piel y aspecto general.
También se discutirá la forma, el tamaño y la posición que tendrán las carillas en la arcada, si el paciente desea una dentadura perfecta o si prefiere algo de naturalidad con alguna característica peculiar que les identifique o recuerde el original.
Importante también determinar si se quieren aplicar carillas solamente en las piezas centrales, en una o las dos arcadas o carillas en toda la boca.
El resultado final de esta toma de requerimientos recomendará el tratamiento a seguir y el presupuesto total de la intervención.
Laboratorio protésico-dental, implantación y seguimiento
La siguiente fase será la confección de cada una de las láminas de composite a su tamaño, con su forma y tono requerido y la implantación en el paciente. Para ello, se le toman al paciente sendas impresiones de sus arcadas que se envían al laboratorio.
Para la máxima tranquilidad, se trata de láminas que quedan perfectamente adheridas frontalmente sobre las piezas actuales, mediante un cementado de gran resistencia a todo tipo de mordeduras.
Hay que decir, que el tratamiento exige el pulido de una ligera capa frontal del esmalte dental de cada diente a tratar. Esto hará que la lámina de la carilla supla dicho esmalte sin que el grosor del diente se vea afectado. Y garantizará una mejor adherencia del cemento especial que se utiliza para la fijación definitiva de las carillas.
Tras la intervención, el médico dentista hará un seguimiento del tratamiento con el paciente para su plena satisfacción tras la implantación.
¿No es mejor el blanqueamiento dental?
En caso de dudas o reservas sobre un tratamiento definitivo con carillas, puede ser mejor un tratamiento inicial de blanqueamiento dental
El blanqueamiento dental consiste en la aplicación sobre las piezas dentales de un compuesto a base de peróxido de hidrógeno que consigue su blanqueamiento temporal. Se pueden requerir varias sesiones para conseguir el tono de dientes perseguido.
Su precio es dependerá del tipo de blanqueamiento y exige la colaboración posterior del paciente mediante el uso de una férula con el gel blanqueante varios días después del tratamiento.
Precio de las carillas dentales
El precio de las carillas dentales depende del tipo de tratamiento aplicado, de los materiales empleados, del estado actual de tus dientes y de la clínica dental donde se realice el tratamiento.
También del número de piezas tratadas: no es lo mismo tratar con carillas piezas sueltas de un maxilar superior o piezas centrales de la boca, por citar un par de ejemplos, que realizar el tratamiento con carillas de toda la boca.
En general, el tratamiento completo más barato es el de las carillas de composite y rondará los 200 euros, frente a los 400 euros de las carillas porcelánicas o los 500 euros de las de zirconio.
Recuerda que, optes por el tratamiento que optes, debes ponerte en manos de un dentista profesional.