La meditación se ha convertido en una técnica muy utilizada como terapia complementaria. En las últimas décadas, la meditación ha sido utilizada como remedio para el estrés o el cansancio. Cada vez son más los instructores que permiten que esta modalidad pueda seguir creciendo.
Tabla de contenidos
Cuáles son los orígenes y beneficios de meditar
La meditación es un arte ancestral que cuenta con miles de años. Se cree que surgió en la India y desde entonces ha ayudado a multitud de personas a encontrar la paz en este mundo caótico.
Entre los beneficios más destacados de la meditación, se encuentran:
- Mejora la salud mental. Ayuda con problemas como la depresión o problemas de adicción. Consiguiendo que la persona pueda llevar mejor la enfermedad.
- Mejora la salud física. Ayuda a reforzar el sistema inmunológico, mejora el sistema circulatorio y digestivo.
- Concentración. Meditar refuerza la concentración y desarrolla la capacidad de retener la información con más facilidad. Así, consigue que el proceso de aprendizaje sea mucho más productivo.
- Mejora el estado de ánimo. Potencia una actitud mucho más positiva y ayuda a ver los acontecimientos desde una perspectiva mucho más sana. También ayuda a aceptar los obstáculos del día a día y reduce considerablemente una actitud negativa.
- Potencia la felicidad. Gracias a conseguir una actitud positiva a través de la meditación, se consigue que la felicidad y la armonía reaparezca en la vida.
- Ayuda en la terapia contra el cáncer.
Meditación en el cáncer
La meditación en el cáncer se ha convertido en una terapia complementaria muy popular que ayuda a mejorar el sistema inmunológico del paciente mientras fortalece su estado de ánimo.
Habitualmente muchos pacientes de cáncer viven un shock y pasan por una situación bastante traumática. Por ello resulta tan importante que el paciente se encuentre motivado durante el tratamiento. El estrés puede llegar a producir una disminución de las defensas y provocar un estrés crónico durante el proceso de cura que no ayudará a la recuperación del paciente. La meditación puede resultar muy importante como terapia complementaria, además de mejorar la calidad de vida del paciente.
Vivir en el presente. La meditación ayuda a valorar el momento presente, a tener en cuenta cada detalle del día a día. Así, se consigue disfrutar mucho más de la vida y mantener un estado de serenidad continuo.
Aumenta la creatividad. Meditar fortalece e impulsa las capacidades creativas de la persona que comienza con esta terapia. Aumenta la intuición y ayuda a mejorar la creatividad en cualquier aspecto de la vida.
Por dónde empezar con la meditación
El primer paso será encontrar un lugar tranquilo y en el que se pueda estar relajado. Sentarse correctamente y concentrarse en un punto fijo o en la respiración. Dejar fluir los pensamientos e ir avanzando poco a poco. El tiempo de meditación irá en aumento progresivamente.
La meditación es una herramienta efectiva para múltiples ámbitos de la vida. Ayudando a hacer frente a los desafíos diarios y consiguiendo ser un complemento en muchas terapias.
Aprender a meditar es un proceso que conlleva disciplina y práctica para conseguir resultados a largo plazo. Contar con un profesional en el camino facilitará el aprendizaje.