Antonio García-Pablos, abogado y profesor de Derecho Penal fue un emprendedor del consumo y paladín de la defensa de los consumidores en los años 70 y 80 en España. Fundó de su propio bolsillo la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en 1975, tras dimitir como primer Presidente del Consejo de Comercio Interior y de los Consumidores, a los seis meses de su nombramiento por el Ministro de Comercio, Nemesio Fernández Cuesta.
Desde la OCU se constituyó en azote de las compañías monopolistas entonces (eléctricas, Telefónica de España etc.) y fue persona clave en el esclarecimiento, junto con la OCU y decenas de acusaciones particulares, de la intoxicación por consumo de aceite de colza desnaturalizado con anilina en los 80s del siglo pasado.
Escribió el libro de referencia en la protección de los consumidores españoles, “35 millones de consumidos, de la queja a la lucha y la participación organizada”, donde explica las razones que le llevan a la creación de un movimiento privado e independiente y el poder compensador de los consumidores en la sociedad de consumo.
En la contraportada de su libro se lee el siguiente mensaje:
(Hago) un llamamiento al Estado y a los consumidores, pidiendo una nueva actitud: nuestra sociedad, montada sobre la producción, debe ser montada sobre todos, para todos. El autor te invita en este libro a despertar. Y a pasar de la queja y la huelga más absurda que se conoce, a la lucha y a la participación organizada. Y no sólo te invita. Lanza y promueve la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), uniéndose a cuantos se decidan a emprender, como asociación privada, la tarea de defender el valor de tu dinero, lograr la seguridad, la salud, la educación, la información y la participación de los consumidores en las decisiones que les afectan. Se trata de edificar una sociedad nueva, en la línea que acaba de fijar el Consejo de Ministros de la Comunidad Económica Europea: la mejora cuantitativa de las condiciones de vida de los consumidores y usuarios de toda clase de bienes y servicios. No es pronto ni tarde. De tu respuesta y de la respuesta de todos los españoles depende todo.