Nuestro gato es “uno más de la familia” para ocho de cada diez españoles y “el más importante” de ella para uno de cada diez. El dato, aplicable también a nuestros perros, sale de una investigación de mercados y tendencias de consumo de 2018 realizada por la consultora We Are Testers, opinión que además se ha extendido en los dos últimos años. El gato es el “rey de la casa” y no escatimamos nada para favorecer su bienestar. Al comprarle su comida, anteponemos la calidad a la marca o el precio.
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Cómo alimentar a tu gato como a un “gourmet”
Es una cuestión sencilla de resolver si sabes qué comida necesita, cuál es su dosis correcta y dónde podemos comprarla. Lo demás es secundario. Para gatos hay infinidad de piensos y procuramos dar el mejor posible al nuestro. Uno de cada cuatro españoles no mira el precio, ni tan siquiera la marca, y escoge la que considera la comida más selecta y deliciosa para el paladar del felino. Cueste lo que cueste.
El caso es obsequiar al gato con todo tipo placeres para sus sentidos del gusto y del olfato, fundamentalmente. Le tratamos como a un exigente crítico gastronómico, de cuya opinión dependiera el que nos fuera concedida una “estrella Michelín”. Sin embargo, para el resto de la familia nos fijamos más en los precios, en las marcas y en los productos que están de oferta. Para algunos, esto pone en evidencia que los humanos somos así de contradictorios.
Saber escoger los alimentos para nuestros gatos
Pero con frecuencia confundimos el que consideramos mejor pienso con el que realmente es el más idóneo para las particularidades específicas de nuestro gato. No es lo mismo un alimento para animales adultos que para cachorros o para los que han sido esterilizados.
Tampoco es lo mismo un gato que admita cereales en su dieta diaria, que otro que no tenga tolerancia a ellos; los que tengan la piel o el estómago sensibles, o los que necesiten proteína de pollo y los que no.
Hay también alimentos diseñados para los que precisan de condoprotectores y mejorar con ellos su salud articular. Y, por supuesto, no es lo mismo alimentar a un gato de Singapur, de uno a tres kilos de peso, o a un korat tailandés (dos a cuatro kilos), que a un Maine Coon, que supera el metro de largo y los diez kilos de peso, o a un Chausie de medio metro de alto y hasta doce kilos de peso.
La mayoría de los gatos domésticos en España son los más comunes en Europa y los mestizos, que no llegan a ninguno de los extremos mencionados. Pero siempre hay excepciones.
Por qué elegir una tienda de piensos caseros
Para poder elegir el pienso que más conviene a nuestro felino, hay tiendas especializadas de total confianza, que elaboran los alimentos en sus propias cocinas, con sus propias recetas y de forma específica y exclusiva para cada necesidad del animal.
Tiendas como Amanova, cuyo objetivo principal es que nuestra mascota se sienta bien con la comida y que ésta, además de alimentarle, le proporcione un buen estado de salud y la sensación de bienestar.
Es como decirle al animal lo mucho que le queremos en un idioma que él entiende a la perfección: con la alimentación que le proporcionamos.
Tiendas físicas y online
Amanova cuenta con una red de establecimientos físicos repartidos por España y una tienda online. Produce sus propios piensos con materias primas de primera calidad. Utiliza carnes frescas, como mínimo en una proporción del cincuenta por ciento; carnes más finas e ingredientes naturales al cien por cien. Todas sus recetas son creación propia y están elaboradas por expertos nutricionistas y supervisadas por un equipo de veterinarios.
El resultado es una comida sabrosa y saludable, sin harinas o carnes deshidratadas, que tampoco tiene más de una única proteína animal, para evitar que padezca alergias.
En Amanova elaboran comida para gatos de cualquier edad y condición, compuesta por una combinación de ingredientes que consigue que los felinos se mantengan en buena forma física y con un buen estado de salud. Utilizan sus propios saborizantes de forma artesanal, con lo que consiguen que cada receta tenga un sabor único que a los gatos les parece delicioso. Además, llevan el pienso a la puerta de tu casa.
Dos millones y medio de gatos
En 2018, el gasto “per cápita” por gato doméstico, entre comidas, cuidados veterinarios, juguetes y complementos, superaba los quinientos euros al año, según We Are Testers.
En sólo dos años, este presupuesto ha crecido un veinte por ciento, hasta llegar a los seiscientos euros anuales, o cincuenta euros cada mes en 2020.
En total, los españoles empleamos más de 900 millones de eurosal año para cuidar y alimentar al millón y medio de gatos que mantenemos en casa. A ello hay que sumar la comida que echamos a otro millón de gatos callejeros, que se calcula que existen en nuestro país. Muchos de estos acaban siendo domésticos, porque los adoptamos. Son parte de la familia.
En España, los gatos son el segundo animal doméstico en las preferencias de la población; residen en cuatro de cada diez hogares con mascota, tan sólo por detrás de los perros (nueve de cada diez hogares), según datos del sector de la fabricación y la distribución de piensos para animales domésticos. Los estudios de la consultora We Are Testers incluyen a personas que tienen a la vez en casa a perros y gatos conviviendo.