España asumió compromisos con los ODS de la ONU en septiembre de 2015 para reducir el desperdicio de alimentos a la mitad en el año 2030. En este sentido, el uso de tápers a favor de la sostenibilidad se ha vuelto crucial.
El Gobierno dentro de una estrategia seguida para marcar las diferencias resultantes entre la fecha de caducidad y la de consumo preferente planea disminuir los desperdicios producidos, incidiendo especialmente en el canal HORECA, así como en las cadenas de distribución.
En este post te contamos lo referente cómo colaboran los tápers a favor de la sostenibilidad en los restaurantes.
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La lucha legal contra el desperdicio en España
Se impondrá la obligación a los operadores horeca de ofrecer una bolsa, un envase reutilizable o un táper para que el cliente en sus establecimientos pueda llevarse la comida si no la termina (que ha pagado) y no termine desperdiciada.
Dicha medida afecta a bares, restaurantes y hoteles, entre otros que, sin coste adicional, tendrán que informar de ello de forma visible, preferentemente en la carta o menú.
El fin perseguido es evitar el desperdicio alimentario. En nuestro país, tres de cada cuatro hogares desperdiciaron alimentos por volumen global de 31,3 kg por habitante al año, atendiendo a datos de 2020. Puede ser el doble en las cadenas de distribución.
Todo ello se recoge en el anteproyecto de ley de Prevención de Pérdidas y Desperdicio Alimentario aprobada por el Consejo de Ministros. Una vez que se reelabore el texto con las aportaciones que se consideren, volverá al Consejo de Ministros para su aprobación y remisión a las Cortes Generales para el trámite parlamentario. Se prevé que esta ley tenga vigencia a partir del 1 de enero de 2023.
Cataluña apuesta por los tápers y aprueba una proposición de ley
El 4 de marzo de 2020 Cataluña aprobaba la ley contra el despilfarro alimentario que supone el germen de las iniciativas que ahora emplea el Gobierno. En ella se incluían varias medidas. La más destacada es la de la obligación de los canales de restauración de facilitar envases biodegradables para que los clientes se lleven la comida que no se pudieron terminar en el local. Asimismo, deberán permitir que los propios clientes traigan sus propios tápers.
También obliga a todos los sectores de la cadena de restauración o distribución a disponer, en el periodo de un año, de un plan estratégico de lucha contra el despilfarro alimentario y cuantificar cuánta comida se desecha (los datos recogidos irán a un registro) y se definirán medidas encaminadas a paliar este problema.
Qué beneficios trae esta iniciativa de colocar los tápers a favor de la sostenibilidad
Dicha medida tiene por objeto afectar de manera positiva a más de 350.000 establecimientos. Es por ello por lo que se tomarán decisiones para impulsar la economía local, se mejorarán las garantías alimentarias y se fomentará la sostenibilidad. Los responsables de los establecimientos podrán contar con un mejor control del stock.
Se regulará la figura de los espigadores, que se dedican a recoger del campo las frutas y verduras que el agricultor ha descartado –normalmente porque tienen mal aspecto– para darles un uso alternativo y no acabe en la basura en Cataluña.
Atendiendo a la administración:
- Se obligará a incluir en los concursos públicos de servicios alimentarios cláusulas especificas contra el despilfarro.
- Se impulsarán programas educativos para concienciar a los más jóvenes.
- Habrá una dotación de espacio donde los productores que cuenten con excedentes puedan encontrar empresas y entidades que puedan aprovecharlos.
Todo ello en aras de proporcionar un cambio de hábitos necesarios en la sociedad para la lucha contra el cambio climático, ya que incidirá también en la concienciación social.
Datos sobre el despilfarro. Contexto para entender el papel de los tápers a favor de la sostenibilidad
El Índice de desperdicios de alimentos 2021 expone cifras que quitan el aliento: en 2019, hubo 931 millones de toneladas de alimentos que fueron desechados. El 17% de la producción total de alimentos en el mundo fue a parar a la basura. Un 26% pertenece al servicio de alimentos, por ejemplo, de restaurantes, hoteles o establecimientos educacionales.
Con estos datos presentes podemos comprender qué papel juegan los tápers a favor de la sostenibilidad.
Finalmente hay que indicar que las raciones gigantes que se veían en restaurantes ya no son tan comunes. En la actualidad, lo normal es que el precio y la cantidad de comida se ajuste. Si hay una sobreproducción de alimentos puede dejar entrever una mala planificación de producción.
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