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Exceso de sal
La sal forma parte de los nutrientes fundamentales de los humanos, y hace más apetecibles los alimentos por su sabor rico. Pero el exceso de sal (sal de mesa) no le hace ningún bien al cuerpo humano.
Cuánta sal es suficiente
La Organización Mundial de la Salud recomienda no tomar más de 5 gramos de sal diarios.
Sin embargo, la AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición) calcula que en España cada persona consume 11 gramos de sal al día por término medio. Esto significa un exceso de sal de 6 gramos diarios.
Este dato es muy negativo, ya que el exceso de la sal en la dieta se asocia con la hipertensión arterial. Esta es una enfermedad frecuente en España: uno de cada tres españoles tiene elevada la tensión arterial por una ingesta excesiva de sodio en la dieta. Además es un factor de riesgo de las enfermedades cardiovasculares.
Consecuencias del abuso de la sal
El problema de este exceso de sal diaria (sodio) es que, al consumirla en exceso, favorece la aparición de la hipertensión arterial.
La hipertensión, si se combina con los males de nuestro estilo de vida actual (sedentarismo, falta de ejercicio físico, alcohol, etc.) es un factor de riesgo de múltiples enfermedades cardiovasculares.
Además, en los hipertensos el corazón, las arterias y los riñones realizan un esfuerzo adicional, lo que aumenta el riesgo de padecer infartos cerebrales y de miocardio, de insuficiencia renal y de insuficiencia cardiaca.
Cómo reducir la ingesta diaria de sal
AESAN recomienda aprender a comer con menos sal y enseñar a nuestros hijos a hacerlo desde la infancia. ¿Cómo? Enseñándoles que los alimentos contienen, en su composición natural, cantidades variables de sal (cloruro sódico) y suficientes.
Hay tres líneas de trabajo para lograr la reducción de sal en nuestra alimentación diaria:
- Educación: conocer los alimentos que más sal aportan a nuestro organismo.Son ricos en sal el pan, los quesos y embutidos grasos (salchichón), los productos cárnicos y los alimentos elaborados. Por ejemplo, las conservas, salazones y productos precocinados.
- Industrias e instituciones alimentarias como AESAN: ponerse de acuerdo para informar en el etiquetado de los alimentos sobre el aporte de sal de un alimento e iniciativas para la reducción de sal (por ejemplo, el acuerdo de AESAN, con los fabricantes de pan para reducir un gramo de sal por kilo de harina cada uno de los últimos cinco años, pasando de 21 a 16 gramos.).
- Hábitos saludables: acabar con el tabaquismo, el consumo abusivo de alcohol, el estrés sostenido, el sobrepeso, el exceso de sal en la alimentación, las dietas pobre en potasio (pobres en verduras, frutas y frutos secos, legumbres y cereales integrales), la falta de ejercicio, etc.
Hábitos saludables
Recuerda que, según los profesionales de la salud, el 25 de la sal que se consume a diario proviene del salero, y que es aconsejable tomar sal de forma moderada sin necesidad de eliminar su consumo sino de reducirlo de manera paulatina hasta cifras aceptables para minimizar el impacto negativo que tiene sobre la salud.
Fuentes: Elaboración propia y AESAN (www.aesan.es)