Las chucherías son un manjar para golosos, generalmente dulce, cuyo único valor nutritivo es el azúcar (u otros carbohidratos) o grasa. Tienen escaso o nulo aporte de proteínas, vitaminas y minerales, así que, básicamente solo satisfacen un gusto o antojo. Sigue leyendo para aprender consejos antes de consumir chucherías.
El consumo en exceso de golosinas es un mal hábito que se ha extendido en los niños y algunos adultos. Y puede desencadenar problemas de salud como la obesidad infantil, la diabetes e incluso anemia, debido a que rara vez aporta hierro y ocasiona pérdida de apetito por alimentos más nutritivos.
Tabla de contenidos
Consejos de consumo
Aquí te damos unos consejos a la hora de consumir caramelos, chicles y demás chucherías. Algunos son obvios, pero vistos en su conjunto, te recomendamos su lectura.
Conocer los tipos de golosinas
Conoce y sé conocedor/a de los tipos de chucherías en el mercado. Conoce sus definiciones legales y su forma de fabricar para entender mejor lo que comes.
La Ley regula y define las chucherías en cuatro categorías: caramelos, chicles o goma de mascar, confites y golosinas. Dentro de cada una hace subdivisiones según los ingredientes o el método de fabricación.
Composición de las chuches
Conoce y sé consciente de la composición e ingredientes de las chucherías.
¿Sabías que los caramelos duros (caramelos propiamente dichos) tienen un mínimo de 80 % de azúcar y/o azúcares? ¿O que el chicle es un preparado elaborado con una base masticable plástica e insoluble en agua, natural o sintética, azúcar y/o azúcares y otros ingredientes y/o aditivos autorizados?
Consumo moderado
Otro consejo es consumir moderadamente chucherías. Su único valor nutritivo es el azúcar o la grasa. Es decir, que como decíamos al principio de este post, las chuches tienen un escaso o nulo valor nutritivo en proteínas, vitaminas y minerales.
Caramelos peligrosos
Los caramelos y chucherías no son juguetes ni se deben administrar a pequeños. No des a probar caramelos o chucherías a un bebé o a un niño demasiado pequeño. Y ojo con las chuches que encierran un regalo sorpresa en su interior.
Hay un riesgo de asfixia, sobre todo en el caso de los caramelos duros y de los caramelos provistos con un palito. Si el caramelo se desprende del palo y es tragado accidentalmente por el pequeño, se podría atragantar o asfixiar.
Chuches y caries dental
Vigila la salud dental de los niños a la hora de consumir chucherías. Además del control calórico podrás evitar el riesgo de la aparición de caries dental.
Higiene de las tiendas de chuches
Valora la higiene de los establecimientos donde se vendan chucherías. Las chucherías y demás golosinas deben estar correctamente envasadas y mantenidas en compartimentos secos, en los que no dé la luz solar, alejados de fuentes de calor, y por supuesto, aislados de cualquier fuente de contaminación por contacto con otros alimentos o insectos y roedores.
Higiene en la manipulación
Observa la manipulación de los caramelos, chicles y chucherías en el establecimiento donde los compres. Especialmente en el caso de autoservicios.
Fecha de caducidad
Ten en cuenta la fecha de caducidad de las chucherías que compres. Son alimentos como cualquier otros. Si se trata de un embalaje con varias unidades, debe indicar la fecha de consumo preferente.
Usa la papelera
Sé cívico/a con el desecho de las chucherías y sus envoltorios una vez consumidos.
Las chucherías y especialmente los chicles ensucian los lugares públicos. Son de difícil y costosa extracción de aceras, calzadas y papeleras. Incluso se pegan en bancos y en lugares de mucho tránsito donde es fácil llevárselos puestos en nuestra ropa, pelo o calzado, para fastidio de los demás.
Reclamaciones
Las chucherías son productos de consumo humano que deben estar en óptimas condiciones de consumo en locales debidamente acondicionados.
Si no lo tienes claro denuncia el producto y el establecimiento donde lo hayas comprado ante la OMIC de tu localidad por medio de las hojas de reclamaciones.