Actualmente, muchas personas han incorporado el consumo de fruta deshidratada como parte de sus hábitos alimenticios. En primer lugar, porque se trata de una forma fácil y muy deliciosa de comer frutas y en segundo lugar, porque el consumo de este tipo de alimentos viene acompañado de una larga lista de beneficios que favorecen la salud y el bienestar.
Justamente, sobre los beneficios de las frutas deshidratadas hablaremos en este artículo, por lo que si quieres agregarlas a tu dieta, entonces te invitamos a que sigas leyendo, porque tenemos información de valor que te será de mucha utilidad.
Tabla de contenidos
¿Qué es la fruta deshidratada?
La fruta deshidratada es una fruta 100% natural a la que por medio de un proceso de secado se le ha extraído la mayor parte de su humedad. Debido al proceso de deshidratación controlado por el que pasan estos alimentos, también son conocidos como frutas secas o frutas desecadas.
El resultado de este proceso es una fruta con una mínima cantidad de agua en su composición, que mantiene sus propiedades organolépticas y nutricionales, y cuyo tiempo de conservación es más prolongado.
Prácticamente, todos los tipos de frutas que compramos los consumidores pueden deshidratarse. Por esta razón, en tiendas especializadas como Frutoo pueden encontrarse una variedad extensa de frutas deshidratadas. Entre otras bananas, arándanos, albaricoques, cerezas, coco, fresas, higos, kiwi, mango, melón, melocotón y manzana.
Beneficios de las frutas deshidratadas
La fruta deshidratada es saludable, fresca y natural. Por ello puede ingerirse todos los días, tanto sola como ingrediente en otras recetas. Además, es muy fácil de consumir.
Pero eso no es todo. Además esta fruta desecada cuenta con otros beneficios muy importantes para la salud:
Elevada concentración de nutrientes
Con independencia de la fruta deshidratada concreta de que se trate, todas ellas concentran una elevada cantidad de nutrientes como vitaminas, minerales, polifenoles y antioxidantes.
Por ello, su consumo diario puede contribuir significativamente a aumentar las defensas naturales del cuerpo. Esta propiedad también hace que sean grandes aliadas a la hora de prevenir enfermedades cardiovasculares, ya que su consumo llega a mejorar considerablemente el flujo sanguíneo.
Gran aporte calórico
Tras pasar por el proceso de deshidratación, las frutas concentran mayor cantidad de azúcares naturales. Esto no solo hace que tengan un sabor mucho más intenso, sino que, además, permite que sean una fuente calórica por excelencia.
Esto significa que basta con consumir una pequeña porción de ellas para aportar al organismo una buena dosis de energía.
En este sentido, estas frutas son muy recomendadas en regímenes alimenticios de pérdida de peso. A esto se suma el hecho de que tienen un alto contenido de fibras, por lo que también dan sensación de saciedad.
También sin azúcares añadidos y ECO
Si te preocupan las calorías, también puedes comprar fruta deshidratada sin azúcares añadidos. Y si te gusta la agricultura ecológica, busca el sello de la CAAE, que certifica los procesos y métodos ECO en la producción y tratamiento de estas frutas.
Favorecen la salud ósea
El calcio, el magnesio y la vitamina K son nutrientes presentes en altas cantidades en las frutas deshidratadas. Es por eso que consumirlas es ideal para mantener en excelentes condiciones la salud de los huesos y para prevenir enfermedades como la osteoporosis.
Así lo han logrado demostrar diversos estudios e investigaciones científicas. Entre ellas, una que afirma que la ingesta regular de ciruelas pasas reduce y revierte la pérdida de materia ósea.
Ayudan a bajar los niveles de glucosa en sangre
Aunque es verdad que las frutas deshidratadas tienen un sabor bastante dulce, también es cierto que pueden ser consumidas por personas diabéticas sin problemas.
Esto es gracias a la gran cantidad de fibra y de polifenoles con los que cuentan, pues, se trata de nutrientes que aportan a la fruta un bajo índice glucémico.
No obstante, antes de incluirlas en la dieta, siempre es importante consultar con un médico especialista, quien indicará el tipo y cantidad de frutas deshidratadas que pueden incorporarse a la dieta.